La acromegalia es una enfermedad rara que afecta a cien individuos por cada millón de personas. Se trata de una enfermedad insidiosa ya que los síntomas aparecen progresivamente y puede tomar entre 7 a 10 años, la realización de un diagnóstico.
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Gigantismo, hormona del crecimiento
La acromegalia es una enfermedad provocada por un exceso de secreción de la hormona de crecimiento. En la mayoría de los casos, el origen de esta enfermedad hormonal está vinculado a la presencia de un adenoma, es decir, un tumor benigno, ubicado en el lóbulo anterior de la hipófisis. El paciente con acromegalia presenta modificaciones morfológicas hipertróficas.
Se trata de una enfermedad relacionada con un exceso de producción de la hormona de crecimiento (GH o STH). Esta se asocia a cambios morfológicos como el crecimiento del rostro, de las manos y de los pies. Puede afectar igualmente varios órganos como el corazón, el pulmón o las articulaciones.
Como la evolución de la acromegalia se desarrolla más bien lentamente y los signos no siempre son muy evidentes, esta enfermedad es diagnosticada por lo general de forma tardía.
La acromegalia es originada por 2 razones principales:
En otros casos, la acromegalia puede ser hereditaria o de origen desconocido.
Los síntomas de la acromegalia aparecen muy lentamente. En ese sentido, el diagnóstico es realizado solo luego de muchos años de evolución de la enfermedad.
Algunos de los síntomas son:
Como ya se ha dicho anteriormente, la acromegalia evoluciona lentamente y esto hace que se retrase su diagnóstico. Son los signos clínicos característicos de la enfermedad pueden orientar el diagnóstico, el cual será confirmado por los resultados de una serie de exámenes, como por ejemplo, los que se mencionan a continuación.
La prueba de sangre de la hormona de crecimiento es difícil de efectuar ya que esta es sintetizada de manera irregular por el organismo. En este sentido, es necesario efectuar este examen varias veces a fin de confirmar el diagnóstico.
La evaluación del tamaño del tumor y de la extensión de la enfermedad es realizada durante una radiografía.
Un examen oftalmológico es realizado con el fin de evaluar las repercusiones del adenoma hipofisario en los nervios ópticos. Una compresión del adenoma podría de este modo provocar alteraciones en la visión.
Una prueba de sangre de la prolactina, de las hormonas sexuales y tiroideas es efectuada a fin de determinar las repercusiones del adenoma en las hormonas controladas por la hipófisis.
Otros exámenes complementarios son efectuados con el fin de detectar complicaciones eventuales como la diabetes, el cáncer de colon o la hipertensión arterial.
Quienes padecen esta enfermedad deben ser tradados por un endocrino y mientras más temprano sea el tratamiento, las consecuencias serán menos irreversibles. Cuando no hay tratamiento, las modificaciones morfológicas empeoran y el paciente está expuesto a desarrollar un cáncer y a reducir su esperanza de vida.
Existen tres tipos de tratamiento para la acromegalia:
Cabe destacar que estos tratamientos pueden estar acompañados de un seguimiento psicológico considerando que la acromegalia puede impactar la calidad de vida de los pacientes.
Cuando un niño padece acromegalia, se le conoce como gigantismo, ya que el tamaño de este aumenta de forma anormal.
Sancler, Valentina. (2018). Acromegalia. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/acromegalia/