En las figuras retóricas de dicción, en las cuales se modifica la forma el sonido de las palabras o su sintaxis dentro de las oraciones, se puede ubicar la anástrofe. Ésta consiste en la inversión de los elementos de una oración. Este recurso retórico es muy utilizado para atraer la atención del lector y ajustar la métrica en los poemas. A la primera lectura puede causar rechazo pero luego que se comprende, puede que sea fijada por el lector. Igualmente, se pueden observar textos publicitarios donde se hace uso de la anástrofe y también en el refranero español.
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La anástrofe es una figura retórica de dicción que consiste en invertir de forma violenta el orden sintáctico habitual de dos o más palabras de una oración. Para algunos especialistas en el área lingüística, la es como un tipo de hipérbaton mientras que otros, la catalogan como una figura retórica diferente al hipérbaton. Sin embargo, los dos casos pertenecen a una figura retórica de dicción.
En las lenguas clásicas, como el latín, el orden de las palabras tiende a ser relativamente libre y no se puede observar con claridad el uso de la anástrofe.
A diferencia de las lenguas clásicas, en las lenguas modernas se hace necesario el uso de los conectores y por este motivo, es mucho más fácil identificar esta figura literaria.
El uso de la anástrofe suprime mucho de los conectores de los que usan en una oración ordenada sintácticamente; esto con el fin de obtener efectos melódicos y en la métrica de los poemas, así como poner énfasis en la secuencia habitual que ha sido invertida violentamente en una oración.
La palabra anástrofe es de origen griego y significa inversión.
Dentro de las características más representativas de la anástrofe, se pueden mencionar las siguientes.
La anástrofe se puede observar en los refranes, en la literatura, en la poesía y en los mensajes publicitarios.
Su uso genera un impacto gramatical en el lector por la forma en que han sido ordenadas las palabras, suprimiendo algunas veces algunos conectores que tendría una oración con una sintaxis ordenada.
Además de ser utilizada en la poesía con fines métricos y melódicos, también es enfocada desde la estilística del mensaje.
“A Dios rogando, con el mazo dando.”
En esta frase que forma parte del refranero español, se puede observar el uso de la anástrofe ya que una inversión en el orden de sus palabras. El orden lógico podría ser: Roguemos a Dios y demos con el mazo.
“Era del año la estación florida”
En este pequeño verso de Góngora se puede notar la inversión de las palabras, haciendo uso de la anástrofe. En este verso, el texto ordenado podría ser: Era la estación florida del año.
“Especial fortuna la conducta del hombre”
En esta frase se puede observar la inversión del orden lógico de la frase, colocando al sujeto al final de la oración y suprimiendo el verbo de ésta. El orden lógico de esta anástrofe sería: La conducta del hombre es una especial fortuna.
“Túnicas crujen, y alas en bolina
rubia velas inscriben al sur claro.”
En este fragmento del poema de Rafael Alberti se puede apreciar que el uso de la anástrofe suprime algunos conectores que no pudieran suprimirse si la frase estuviese sintácticamente ordenada. Si imaginamos el orden sintáctico de este verso podríamos construirlo de la siguiente forma: Crujen las túnicas y en bolina rubia, se inscriben las velas como alas al sur claro.
“Gran fortuna la vida tiene y beneficios otorga.”
En esta frase la anástrofe invierte el orden sintáctico lógico de la frase, la cual podría ser (de forma ordenada): La vida tiene gran fortuna y otorga beneficios.
“Cuando amor grita, sentimientos duelen.”
En este ejemplo, el uso de la anástrofe permite que se supriman dos conectores. Su intención es llamar la atención del lector haciendo uso de la metáfora. El orden lógico de esta frase sería: Cuando el amor grita, los sentimientos duelen o los sentimientos duelen cuando el amor grita.
Sancler, Valentina. (2018). Anástrofe. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/anastrofe/