El trastorno de ansiedad social también conocido con el nombre de fobia social es el tercer problema de salud mental más grande en el mundo de hoy. La ansiedad social es el miedo que presentan las personas que lo padecen ante las situaciones sociales que envuelven la interacción con otras personas. Se podría decir que la ansiedad social es el miedo y la ansiedad de ser juzgado y evaluado negativamente por otras personas. Es un trastorno generalizado y causa ansiedad y miedo en la mayoría de las áreas de la vida de una persona, ya sea su vida social, laboral o familiar. Es crónico porque no desaparece por sí solo. Solo la terapia cognitivo-conductual directa puede cambiar el cerebro y ayudar a las personas a superar la ansiedad social que se padece.
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La ansiedad social es un trastorno también conocido como fobia social y es un gran problema que afecta al mundo moderno. Es un problema de ansiedad social y miedo antes las situaciones sociales que implican el tener una interacción con otras personas causando inseguridad, miedo y ansiedad.
La ansiedad social es lo mismo que la fobia social y la palabra fobia proviene de Fobos, quien era hijo de Afrodita, diosa del amor y de Ares, dios de la guerra, mencionado por Hesíodo en la Teogonía y tenía como significado miedo. También se cree que el origen del término muestra que la parte central de la fobia es el miedo, diferenciándose del terror que se vincula tanto al dios Deimos como al dios Pan de quien surge la palabra pánico.
La causa exacta de la fobia social aún es desconocida para los médicos. Sin embargo, las investigaciones actuales respaldan la idea de que es causada por una combinación de factores ambientales y genéticos. Las experiencias negativas también pueden contribuir a este trastorno, y éstas pueden incluir los siguientes aspectos:
La interacción social puede causar los siguientes síntomas físicos:
Varios tipos de tratamiento están disponibles para tratar el trastorno de ansiedad social. Los resultados del tratamiento varían de persona a persona. Algunas personas solo necesitan un tipo de tratamiento. Sin embargo, otros pueden requerir más de uno. La Terapia cognitiva conductual ayuda al paciente a aprender cómo controlar la ansiedad a través de la relajación y la respiración, y cómo reemplazar los pensamientos negativos con pensamientos positivos. La Terapia de exposición es otro tipo de terapia que ayuda al paciente a enfrentar gradualmente las situaciones sociales, en lugar de evitarlas. La Terapia de grupo ayuda a aprender habilidades sociales y técnicas para interactuar con personas en los diferentes entornos sociales. Participar en terapia de grupo con otras personas que tienen los mismos temores puede hacer al paciente sentirse menos solo y le dará la oportunidad de practicar sus nuevas habilidades a través del juego de roles.
Se recomienda tener al menos ocho horas de sueño por noche. La falta de sueño puede aumentar la ansiedad y empeorar los síntomas de fobia social. Los alimentos como el café, el chocolate y los refrescos son estimulantes y pueden aumentar la ansiedad, por lo que es mejor evitarlos. Mantener los miedos bajo control por medio del reconocimiento de los factores desencadenantes que hacen que se empiece a sentir nervios o practicando técnicas de relajación y respiración, tomando los medicamentos si han sido indicados según las instrucciones médicas.
En el caso de la timidez, podemos decir que es un problema mucho más leve que la ansiedad social. La intensidad del miedo que presenta una persona que es tímida es mucho menor, el evitar exponerse ante las situaciones sociales es también menor, por ejemplo, alguien tímido irá a una fiesta, aunque converse poco con las personas que están en ella, el fóbico social probablemente no va a acudir si tiene una excusa para evitarlo, o, inventará una para no asistir. Otra diferencia entre timidez y el trastorno de ansiedad social será la interferencia en nuestra vida diaria que en la timidez será mucho menor. En la timidez hay solamente un malestar que es pasajero y en el trastorno de ansiedad social gran sufrimiento, con una gran afectación en nuestra autoestima y el concepto que tenemos sobre nosotros.
George, un estudiante griego de 23 años, fue remitido por un psiquiatra para recibir tratamiento a un Centro de Orientación de la Universidad en Atenas. Fue diagnosticado con trastorno de ansiedad social y tipo de situación fobia específica. Él se quejaba de ataques de pánico y síntomas severos de ansiedad. Estos síntomas se desencadenaron en ciertas situaciones sociales y también cuando viajaban en avión, conducía un automóvil y visitaba edificios altos o lugares altos. Sus síntomas lo llevaron a evitar encontrarse en tales situaciones, hasta el punto de haber afectado su vida diaria. George fue diagnosticado con un trastorno de ansiedad social y con fobia específica, tipo situacional (en este caso, acrofobia) y recibió 20 sesiones individuales de terapia de conducta cognitiva. Después de la terapia y el seguimiento que se produjo un mes después del tratamiento, George ya no cumplía con los criterios de fobia social y los síntomas que conducen a la acrofobia se redujeron.
Briceño V., Gabriela. (2018). Ansiedad social. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/ansiedad-social/