Muchos términos interesantes y al mismo tiempo importantes se han desarrollado dentro del amplio campo de la filosofía. Uno de ellos es el de aporía, una palabra que hace referencia a todas aquellas proposiciones que se hacen pero que no tienen ningún tipo de base lógica.
La palabra aporía se refiere a un enunciado que no tienen lógica, que expresa algún hecho o acontecimiento irracional que no tienen ningún tipo de lógica o solución. Es una palabra relacionada estrechamente con el campo de la filosofía y la retórica.
Una aporía es básicamente un tipo de racionamiento que lleva a la reflexión y al mismo tiempo a la contradicción, ideas que hacen que la persona piense en una serie de paradojas contradictorias de la cuales está hecha la vida. Es una palabra de origen griego y puede ser también definida como un estado de completa incertidumbre que surge cuando un individuo se ve expuesto ante dos argumentos diferentes u opuestos pero que al mismo tiempo son aceptables.
La clave se encuentra en el planteamiento de una duda determinada, en poder emitir una pregunta de tipo retórica y conseguir de esta manera, entrar a la parte ambigua del mundo, a lo que resulta contradictorio para la vida y a los diferentes conflictos relacionados con el sentido y el sinsentido.
Es considerada también como la sabiduría de la contradicción que hace posible la formulación de importantes reflexiones sobre todo lo que nos rodea, pero que al mismo tiempo no nos conducen a ningún lado en específico. En la actualidad el término es utilizada como un sinónimo de dificultad.
Existen diferentes tipos de aporías, entre las cuales encontramos las siguientes:
El término aporía nace en el idioma griego. Está formado por el vocablo ἄπορον que tiene como significado “algo que resulta muy difícil” y que puede también ser traducido como “aporima” palabra que se refiere a todos los razonamientos por medio de los cuales pueden llegar a surgir diferentes contradicciones o paradojas que no tienen ningún tipo de solución.
Las primeras aporías surgieron de la mano de Anaxágoras y de Demócrito quienes se plantearon una serie de cuestionamientos relacionados con la materia. De esta manera, se empezó a utilizar este tipo de pensamientos para poder encontrar y sacar conclusiones y para luego poder establecer verdades. Otro de los importantes representantes que hicieron que la aporía avanzara en el camino de la historia fue Sócrates y para finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, Friedrich Jacobi se encargó de continuar la labor planteando preguntas relacionadas con el “yo transcendental”.
La aporía se utiliza en la actualidad para poder realizar una serie de ejercicios que estén basados principalmente en la reflexión y en el razonamiento y gracias a esto es posible deconstruir muchas de las realidades actuales para descubrir por medio de ello, una amplia rama de opciones, de nuevas perspectivas y de realidades. Es un mecanismo que hace posible el descubrimiento de las cosas y el aceptar que todos los días pueden surgir ideas opuestas con bases las cuales pueden llegar a ser aceptadas.
Es muy utilizado para representar un camino que no tiene salida, un reto que se presenta y que aparentemente no cuenta con ningún tipo de solución que sea racional. Por medio de la aporía se puede establecer el diálogo, el adecuado intercambio de ideas, de pensamientos, enfoques y teorías de conocimiento.
Es común observar las aporías en muchos de los campos actuales, especialmente aquellos que se encuentran relacionados con la política, la sociedad e incluso puede ser observada en el campo de la publicidad pues todos ellos se encuentran llenos de paradojas que en la mayoría de las ocasiones no tienen ningún sentido.
Algunos ejemplos de aporía son los siguientes:
Briceño V., Gabriela. (2020). Aporía. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/aporia/