Aristipo fue un fiel seguidor de Sócrates y el fundador de la escuela de filosofía cirenaica. Como otros pensadores éticos griegos, su ética se centró en la cuestión de qué es el "fin"; es decir, a qué objetivo apuntan nuestras acciones y qué es valioso por sí mismo. Aristipo identificó el final como placer lo que lo convirtió en un hedonista. La mayoría de los placeres que Aristipo piensa se deben seguir, los describe como asuntos relacionados con la gratificación sensual, como por ejemplo dormir con cortesanas y disfrutar de la buena comida y los vinos viejos.
Aristipo fue un importante filósofo originario de Grecia que fundó la escuela cirenaica que fue al mismo tiempo la propugnadora del hedonismo, de la cual su fundamento era la identificación del bien con el placer.
Aristipo nació en la ciudad de Cirene, una colonia griega ubicada al norte de África. Se trasladó a Atenas y se convirtió en uno de los jóvenes seguidores de Sócrates cuando éste cuestionó a los ciudadanos de Atenas y expuso su ignorancia. Probablemente fue el más escandaloso de los seguidores de Sócrates por su defensa de una vida llena de placer sensual y por su voluntad de aceptar dinero para su instrucción, como lo hicieron los sofistas.
Aparte de estos hechos, ha sido difícil encontrar más información con respecto a Aristipo porque la principal fuente de información sobre el es La vida de los filósofos, de Diógenes Laertio, quien escribió más de 500 años después de la muerte de Aristipo.
Platón habló de Sócrates como un hombre que disfrutaba bebiendo vino pero que nunca se emborrachaba, que asistía a fiestas pero que nunca tenía el dinero para hospedarlo, y que vivió sus últimos años, con regalos monetarios de amigos y admiradores.
Aristipo vivió en la corte del tirano Dionisio I de Siracusa (432-367 aC) o, tal vez, de su hijo Dionisio el Joven (397-343 aC), donde recibió un alto salario por su enseñanza escritura y. Su posición en la corte era esencialmente de «sabio» o «consejero» pero, según los informes antiguos, parece haber pasado gran parte de su tiempo simplemente divirtiéndose a expensas de Dionisio. Aparentemente, vivió una vida llena de lujos en la corte donde, entre sus alumnos, enseñó a su hija Arete sobre el hedonismo filosófico.
Muchas fuentes indican que falleció en su ciudad natal, Cirene, en el año 350 d.C., algunas otras corrientes ubican su muerte en el año 360 d. C.
Cuando nos referimos al pensamiento de Aristipo, debemos referirnos entonces a la esencia de su filosofía, que ha sido señalada por algunos estudiosos como la máxima exaltación con respecto a la virtud y el placer socráticos. Pensaba y consideraba que todo el placer del cuerpo era el único estado que se debía perseguir y conseguir. La filosofía de los cirenaicos consideraba también el conocimiento como una sensación, y por esta razón era que Aristipo creía que todo el conocimiento llevaba al hombre a tener una sensación placentera, ya que el placer era considerado como el mayor bien. Para el, cualquier tipo de dolor era considerado como un enemigo, porque este dolor hacía que el hombre se alejara del placer. Es por este tipo de pensamiento y postura filosófica que Aristipo de Cirene haya sido considerado a lo largo de la historia como el predecesor del Hedonismo.
Podemos decir que el principal aporte de Aristipo al mundo fue la fundación de la escuela cirenaica, escuela que se enfocaba en identificar el bien y el placer.
Aristipo fundó el Hedonismo hace más de 2.400 años en Grecia quien tomó como base la afirmación socrática de que la felicidad es un fin de la acción moral. Pensaba que el placer o el hedoné era el bien superior y que llegar a este punto era el principal objetivo en la vida. El placer era un fin y no un medio para algo más, y la felicidad consiste en satisfacer todos los placeres de manera inmediata.
En el hedonismo se consideraba que los placeres del cuerpo eran preferibles a los espirituales porque eran más intensos. Esta rama de la filosofía no tuvo un largo recorrido y se dividió tiempo más tarde en otras corrientes.
En relación con las obras que fueron escritas por Aristipo, muchos historiadores como Diógenes Laercio, afirmaron su obra no podía en realidad ser considerada como obras filosóficas, sino más bien fueron libros, cuyo contenido podía ser identificado como frívolos. Sin embargo toda la información que se tiene con respecto a la obra no puede ser corroborada, porque hasta la actualidad no se ha logrado recopilar ningún ejemplar de sus escritos, con excepción de cuatro epístolas, que aunque han sido identificadas con su nombre, han sido señaladas también como falsas.
Entre las principales frases de Aristipo mencionamos las siguientes:
Briceño V., Gabriela. (2018). Aristipo. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/aristipo/