Atila el huno es considerado como uno de los gobernantes bárbaros más exitosos que existieron en el Imperio huno, que atacó a los imperios romano oriental y occidental. Fue rey del Imperio Huaino en el siglo V, y se encargó de devastar las tierras que iban desde el Mar Negro hasta el Mediterráneo, inspirando temor en todo el Imperio Romano. Apodado también con el nombre de "Flagellum Dei" o "Azote de Dios") en español, Atila consolidó su poder después de asesinar a su hermano para convertirse en el único gobernante de los hunos, expandiendo su gobierno para incluir muchas tribus germánicas atacando el Imperio Romano de Oriente en guerras de extracción.
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Atila fue el rey de los hunos, pueblo originario de China que legó a Europa luego de que Turkestán fuera destruido, y quien asesinó a su hermano para poder de esta manera quedarse con todo el poder del reino.
Entre las acciones más importantes que llevó a cabo Atila, podemos mencionar que atacó la frontera del Danubio en el Imperio Romano de Oriente, realizó un tratado de paz con el pueblo romano, asesinó a su hermano para conservar todo el poder y declararse rey de los hunos. Se realizaron bajo sus órdenes importantes invasiones bárbaras que se encargaron de destruir el mundo antiguo, impuso su dominio en el mundo bárbaro y su gobierno permitió el libre comercio en el Danubio.
Atila nació en Pannonia, una zona plana donde los caballos de los hunos pastaban y se procreaban. Heredó el trono de su padre en el año 434 con su hermano Bleda a quien asesinó con el objetivo de poder reinar solo en el 445. Perteneció a una tribu originaria de China que llegó a Europa luego la destrucción de su imperio en el Turkestán.
Al cumplir 13 años fue a Roma enviado por su tío Rugila, quien era soberano de los Hunos en el Danubio, para que pudiera estudiar la lengua latina, aprendiera historia, costumbres y todo lo relacionado con los romanos y con el Imperio. Cuando cumplió los 17 años regresó a hacer frente a los romanos.
Antes de ser nombrado rey había atacado al Imperio romano de Oriente por diez años, durante los cuales el Imperio romano perdió grandes extensiones de tierra. La guerra finalizó por el buen desempeño del ejército romano y la decisión de pagar los tributos establecidos a Atila para pacificar sus tierras. Ambos pueblos se colaboraban hasta que se dio un complot para asesinar a Atila por Teodosio II y por Edeco, embajador de los hunos en Constantinopla.
Se supone que la muerte de Atila sucedió el día siguiente que había contraído nupcias con una hermosa joven llamada Ildico. Según cuenta la historia, ese día tomó mucho y se durmió. Algunos historiadores consideran que murió debido a una hemorragia mortal, y otros piensan que fue asesinado por su esposa siguiendo órdenes de emperador de Oriente, pues encontraron a Atila, nadando en un charco de sangre, pero no tenía ningún tipo de heridas, y su esposa, en una esquina llorando.
Muchos historiadores basados en sus estudios han mencionado que Atila fue un hombre de baja estatura, que tenían un ancho pecho y una cabeza grande; sus ojos eran pequeños, su barba fina y con la presencia de algunas canas; con su nariz chata y la tez morena, una evidencia física de su origen.
Se ha caracterizado por tener mala fama en su historia pues su leyenda supera la realidad creando una imagen distorsionada del Atila real. Su nombre ha sido utilizado para mostrar barbarie y crueldad pero esto está lejos de la realidad. Fue uno de los hombres más cultos pues fue enviado a Roma como rehén amistoso lo que se hacía para crear una alianza.
Era un hombre que asustaba más que destruía por lo que buscaba lograr que sus enemigos se rindieran por medio de un acercamiento salvaje. Sus guerras no fueron crueles, a pesar de la creencia actual, pero él intentó ofrecer una imagen violenta.
El caballo de Atila era conocido con el nombre de Othar, era un hermoso caballo de pelo gris de la raza Tarpán, la cual en la actualidad ya se encuentra extinta, y que procedía de las estepas asiáticas. Su altura era de aproximadamente 130 cm, sus orejas eran largas, ojos pequeños y cuello ancho y corto. Era un caballo que no llevaba ningún tipo de adornos pues para los hunos era ofensivo colgar cosas de sus monturas y fue el caballo que acompañó a Atila en sus conquistas. Para los habitantes del pueblo de Atila, los caballos eran considerados animales sagrados y una prolongación de su propia existencia; por lo que de esta manera, Atila sin su caballo no hubiera podido cosechar los éxitos que tuvo en el campo de batalla.
Es considerado como una de las figuras más importantes en los últimos días que tuvo el imperio Romano de Occidente pues era uno de los líderes bárbaros que infligieron mucho daño en la construcción del Imperio Romano de Occidente. El impacto social y económico de los ataques de sus ejércitos, que parecen haber estado en una escala sin precedentes, debilitó seriamente tanto al imperio oriental como al occidental. La parte occidental del Imperio era más débil y no podía hacer frente a Atila, sus incursiones y exacciones financieras. Los romanos occidentales no tenían los medios militares ni económicos para defenderse de los hunos. Atila deliberadamente atacó el oeste porque sabía que era más débil. No lo conquistó, pero sí lo dejó en una crisis económica y social, y esto socavó tanto al estado occidental que su caída fue inevitable.
Algunas de sus frases más importantes fueron:
En la cultura popular es común que las historias de grandes personajes lleguen hasta nosotros, con respecto a Atila, se han escrito diferentes libros que cuentan su historia, como por ejemplo:
También se han creado películas que cuentan su historia, por ejemplo:
Briceño V., Gabriela. (2018). Atila. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/atila/