La agricultura emplea diversas técnicas para optimizar la rentabilidad de las cosechas. La mayoría de ellas impactan negativamente en los suelos, ya que su ejecución contempla el uso de químicos y métodos de recolección que resultan muy agresivos. Incluso la siembra constante, hace que se pierdan minerales y nutrientes en los terrenos. El barbecho busca dar un “respiro” dentro de todos esos procesos. Implica dejar de cultivar por ciertos lapsos y esperar que mejoren las condiciones terrestres. Esta práctica se considera ecológica, pues es amable con el ambiente.
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El barbecho consiste en parar por un tiempo determinado los sembradíos para que la tierra se regenere. Es una técnica agrícola cuyo objetivo es dejar que mejoren las condiciones de los suelos para que luego, al volver a usarlos para el cultivo, tengan un mejor rendimiento. Es un periodo de descanso para las parcelas.
En América se aplicaba el barbecho desde la antigüedad. Las poblaciones indígenas de zonas andinas y de amazonas dejaban descansar un periodo largo las porciones de tierra en las que sembraban sus alimentos. Las dejaban ociosas mientras usaban otros espacios antes volver a intervenirlas. Los europeos empezaron con el barbecho durante la Edad Media. Sin embargo, no las dejaban sin total intervención, pues araban y limpiaban sus terrenos durante el tiempo que lo dejaban en reposo. Igualmente las abonaban naturalmente para que se reintegraran las bondades perdidas durante la actividad agrícola. Muchos indígenas de países tropicales siguen con la antigua práctica en la actualidad.
A menudo se aplica cuando se van a rotar los cultivos, es decir cambiar de una planta a otra. Para ello se efectúa después de la última cosecha. El suelo debe tener la humedad suficiente para que se puedan romper de forma homogénea los terrones. De esta manera, los tractores para el arado no se sobre esforzarán en el proceso. Se dice que la técnica de barbecheo ha sido exitosa si se “voltea” la superficie hasta unos 30 centímetros de profundidad al ararla. Cuando esto ocurre la tierra es más floja, se le puede añadir las sobras del rastrojo, el agua penetra mejor, se eliminan malas hierbas de raíz y el suelo se airea efectivamente.
Dejar el terreno ocioso, sin ninguna intervención, ya no es usual entre los agricultores que emplean el barbecho. Cuando esto ocurre le llaman “rastrojera”. Se cumplen ciertos procesos para garantizar que la tierra restaure sus condiciones productivas durante el barbecho. Según el tiempo de inactividad de los sembradíos se dividen en dos tipos:
Existe cierta terminología entre los trabajadores del campo para referirse a determinados lapsos de barbecho. Cuando se refieren a un “barbecho de año y vez”, se indica que el reposo dura un año. Si se habla de un “barbecho al tercio”, se estipula que después de un cultivo se hará una parada por dos años.
La forma en que es aplicada la técnica, también permite que se realice una clasificación. Son diversos los procesos empleados para ayudar a la regeneración de los nutrientes y equilibrio de las parcelas trabajadas. Estos son:
El deterioro del ecosistema por la acción de la humanidad es un hecho palpable y cuantificado. La superficie terrestre sufre por una explotación indiscriminada de sus recursos. Entre esos explotadores se encuentra el sector agrario. La acción industrializada de la agricultura es mayoría y esta no emplea el barbecho. Lo que priva es conseguir una utilidad constante sin medir las consecuencias en torno a los terrenos, que suelen terminar destruidos, inutilizables. Esta realidad evidentemente altera el equilibrio de la naturaleza y por ende afecta a todos los organismos que le integran. El barbecho resulta una práctica, además de funcional, colaborativa con el planeta. A excepción de la llamada “agricultura extensiva” que si frecuenta el empleo del método descrito y rota los rubros que cultiva, el resto las áreas no lo hacen. A pesar de que está demostrada la efectividad de la técnica, que eleva la calidad productiva y por ende genera mayores ganancias, no hay un incremento sustancial de sus practicantes. Promover su uso sin duda es una acción positiva para la naturaleza y el hombre.
El barbecho es importante, pero también hay que estar atentos a otros factores o procesos para conseguir una cosecha óptima. Algunos pasos son:
Castro Del Valle, Laura Isabel. (2020). Barbecho. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/barbecho/