El citomegalovirus, es por lo general, una enfermedad poco conocida, que pertenece sin embargo a una familia de virus muy bien conocida: Herpesviridae. Esta incluye por ejemplo, virus como el herpes simple, el virus de Epstein-Barr o la varicela. Con frecuencia, estos virus pueden provocar infecciones latentes y persistentes. En la mujer embarazada puede provocar lesiones en el feto. Se trata de la infección fetal congénita más frecuente en los países desarrollados.
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Herpesvirus
El citomegalovirus (CMV) es un virus infeccioso de la familia de los herpes que pasa con mucha frecuencia desapercibido. Se encuentra presente en la saliva y en todas las secreciones del organismo. Su carácter patógeno ataca especialmente a pacientes que tienen las defensas inmunológicas bajas. Por lo general, es una infección benigna en los adultos y en los niños sanos pero puede ser muy peligrosa para un feto o para las personas inmunodeprimidas como los pacientes con sida.
El citomegalovirus es un virus de la familia Herpesviridae. Según la edad de contagio y el estado inmunológico, diversos síntomas son posibles, tales como: infección asintomática, infección congénita, mononucleosis, hepatitis, entre otros. Existen varias cepas de citomegalovirus y esto hace que las reinfecciones sean posibles.
En Estados Unidos, entre 50% y 80% de los adultos han tenido una infección por CMV a la edad de los 40. Una vez que este virus entra en el organismo de una persona, permanece allí de por vida.
Los tres tipos de infecciones por citomegalovirus son adquiridas, recurrentes y congénitas.
El citomegalovirus es originado por el contacto directo con fluidos corporales de una persona infectada, es decir, saliva, sangre, semen, lágrimas, fluidos vaginales, leche materna. De este modo, no se trata de un virus contagiado por contacto casual.
Los factores que aumentan el riesgo de contraer el CMV incluyen el hecho de trabajar con niños pequeños, recibir transfusiones de sangre de personas infectadas, tener múltiples parejas sexuales o haber tenido un trasplante de órgano infectado.
Por lo general, el CMV no es un problema de salud grave excepto cuando afecta a un feto o a una persona con un sistema inmunológico débil como por ejemplo una persona a la que se la ha realizado un trasplante de órgano o una persona con el virus VIH.
En las personas con VIH, una infección por citomegalovirus puede dañar los órganos, afectar los ojos e incluso causar ceguera. Sin embargo, los avances en la medicina antiviral ha reducido este riesgo en los últimos años.
Por otra parte, los niños que han sido infectados durante el embarazo pueden tener síntomas o presentar complicaciones de salud a largo plazo que incluyen problemas de aprendizaje. Los síntomas pueden ser severos y pueden implicar perdida de la visión y de la audición, tamaño pequeño de la cabeza, debilidad muscular, problemas de coordinación y convulsiones.
En el 90% de los casos, la infección pasa desapercibida. La infección suele ser así, silenciosa o puede parecer una mononucleosis con signos poco específicos como cansancio, fiebre, sudoración nocturna, dolor articulares y musculares, poco apetito o síndrome gripal.
Estos síntomas suelen desaparecer luego de dos semanas.
Por lo general, se requieren exámenes de sangre y de orina para detectar una infección de citomegalovirus. Una biopsia a través de la cual se examina un fragmento del tejido podría ser necesaria para la confirmación de la enfermedad excepto en los casos en los que la infección alcanza los ojos o el sistema nervioso central.
Si el medico sospecha la presencia de una retinitis causada por el virus, un examen de la vista con un oftalmólogo será necesario.
En el caso de una infección durante un embarazo, el medico podría recomendar un examen de amniocentesis con el fin de determinar si el feto ha sido afectado por el virus. Este examen consiste en introducir una larga aguja para tomar una pequeña cantidad de líquido amniótico cerca del feto. El citamegalovirus puede afectar la salud del feto en desarrollo. Si la amniocentesis deja en evidencia una infección de este virus, el médico verificará la presencia de anomalías congénitas o problemas de salud luego de su nacimiento con el fin de proponer un tratamiento.
Por lo general, el tratamiento no es necesario para los niños y adultos sanos. Los adultos que desarrollan la enfermedad suelen recuperarse sin ningún tipo de medicación.
Sin embargo, los recién nacidos y los pacientes con un sistema inmunológico débil necesitan tratamiento cuando presentan signos de padecer el citomegalovirus. El tipo de tratamiento dependerá de los síntomas y de la gravedad. El tratamiento más común consiste en remedios antivirales. Estos pueden debilitar la reproducción del virus aunque no puedan eliminarlo.
En la actualidad, se realizan investigaciones para elaborar nuevos medicamentos y crear vacunas que permitan tratar y prevenir el CMV.
El CMV es excretado en la orina y en la saliva durante meses incluso años después de haber sido infectado. Luego, este persiste en estado de latencia y puede ser excretado nuevamente en caso de inmunodepresión.
La transmisión se da por contacto directo cutáneo o mocoso (orina, saliva, leche materna, secreciones vaginales, esperma), durante el embarazo, de la madre al feto, en transfusiones de sangre o trasplantes de órganos.
Las medidas preventivas en torno al virus de citomegalovirus están relacionadas sobre todo con una buena higiene. A continuación, se presentan algunas recomendaciones para prevenir este virus:
Un resultado de citomegalovirus IgM negativo sugiere que el paciente no está experimentando una infección reciente, sino que se trata de una infección antigua. Sin embargo, cabe señalar que este resultado negativo no descarta una infección primaria.
Por otra parte, un resultado de citomegalovirus IgM positivo indica una infección reciente que puede ser primaria, recurrente o reactivada.
Cabe señalar que los resultados de una prueba de citomegalovirus Igm no deben ser utilizados solos para diagnosticar una infección por el virus. Al contrario, los resultados deben ser considerados en conjunción con la presentación clínica, el historial del paciente y otros análisis de laboratorios.
El CMV puede alcanzar diferentes órganos y partes del cuerpo y ocasionar diversas enfermedades como las que se presentan a continuación:
Sancler, Valentina. (2018). Citomegalovirus. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/citomegalovirus/