El término deflación se refiere a una contracción que sucede en el suministro del dinero que circula dentro de una economía, y, por lo tanto, podemos decir que es lo opuesto a la inflación. En tiempos de deflación, el poder adquisitivo de la moneda y los salarios son más altos de lo que hubieran podido llegar a ser de otra manera. Esto es distinto pero similar a la deflación de precios, que es una disminución general en el nivel de precios, aunque los dos términos a menudo se confunden entre sí y se usan indistintamente.
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Es la caída que se da en los precios de los productos que se prolonga durante un periodo de tiempo considerado largo, y en el cual se excluyen las caídas de precios en sectores específicos.
En efecto, la deflación hace que los costos nominales de capital, trabajo, bienes y servicios sean más bajos que si la oferta monetaria no se redujera. Si bien la deflación de los precios es a menudo un efecto colateral de la deflación monetaria, este no siempre es el caso.
Entre las principales características que podemos mencionar de la deflación, mencionamos las siguientes:
La historia de la deflación se remonta al siglo XIX, en Estados Unidos, cuando la palabra «inflación» comenzó a ser utilizada para criticar las diferentes acciones de los gobiernos que ponían demasiado dinero en circulación, aumentando descontroladamente la economía y causando un aumento de precios. La palabra se utilizó también para significar un incremento de precios.
La palabra «deflación» proviene de la palabra en latín «de» que quiere decir una idea de descenso o separación, el sufijo «cion«, palabra que significa acción y el verbo latino «flare» que significa soplar o hinchar.
Existen tres tipos de deflación:
La deflación monetaria solo puede ser causada por una disminución en el suministro de dinero o en los diferentes instrumentos financieros redimibles en dinero. En la actualidad, la oferta monetaria está más influenciada por los bancos centrales. Los períodos de deflación ocurren más comúnmente después de largos períodos en los que se ha generado una expansión monetaria artificial.
Existen dos causas principales de deflación de precios. La primera es un aumento general en la demanda de ahorro de efectivo por parte de los consumidores y las empresas debido a que los consumidores son inciertos, o porque sus preferencias de tiempo para el consumo se han alargado. La segunda causa es un aumento general de la productividad económica, que aumenta la oferta de bienes y aumenta el poder adquisitivo de los ingresos.
Las consecuencias que se presentan cuando existe la deflación son:
La ventaja que posee la deflación es que para lograr combatirla se deben de aplicar rebajos en los tipos de interés, lo que causa que el poder de la moneda sea mayor y, en un contexto normal, los ciudadanos con poder adquisitivo consumen más y también los empresarios sin problemas tienden a aumentar sus inversiones.
Briceño V., Gabriela. (2018). Deflación. Recuperado el 22 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/deflacion/