Dentro de los miles de diferentes tipos de objetos estelares que se pueden encontrar en el espacio exterior, quizá uno de los más extraños y misteriosos sea la enana marrón. Esta estrella diferente a todas las demás, es una estrella que no ha logrado llegar a empezar el proceso de fusión nuclear del material que posee en su interior. De la misma manera, al no ser una estrella en sí, son muy fáciles de confundir con los planetas conocidos como gigantes.
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Una enana marrón es un objeto subestelar que no tienen la capacidad de producir reacciones nucleares, es un tipo de estrella que no tiene la cantidad de masa suficiente para producir su propio brillo igual que lo hace una estrella.
La enana marrón, es un objeto astronómico que se ubica en un lugar intermedio entre un planeta y una estrella. Podemos decir que son objetos que se encuentran en el espacio y que ocupan un lugar medio entre los planetas y las estrellas pues no poseen la cantidad necesaria y suficiente para poder brillar al igual que lo hace una estrella normal. A pesar de esto, son más grandes incluso que algunos planetas y brillan en el infrarrojo.
Las enanas marrones por lo general tienen una masa menor a 0.075 la del Sol, o aproximadamente 75 veces la de Júpiter. Muchos astrónomos dibujan la línea entre las enanas marrones y los planetas en el límite de fusión inferior de aproximadamente 13 masas de Júpiter. Tienen la capacidad de producir la energía por medio de la fusión de deuterio, el cual es un raro isótopo del hidrógeno en sus primeros millones de años. Las enanas marrones impiden una mayor contracción porque sus núcleos son lo suficientemente densos para resistir la presión de degeneración de los electrones.
La mayor parte de las enanas marrón son enanas rojas que no logran desencadenar la fusión nuclear. Tienen la capacidad de tener planetas a su alrededor, emiten luz que es visible aunque débil y son lo suficientemente frías para poder retener atmósfera al igual que lo hace un planeta. Las temperaturas de la superficie dependen de su masa y de su edad. Las enanas marrones más jóvenes tienen temperaturas de hasta 2,800 K. Todas las enanas marrones finalmente se enfrían por debajo de la temperatura estelar de la secuencia principal mínima de alrededor de 1,800 K.
Las enanas marrones fueron hipotetizadas por primera vez en el año 1963 por el astrónomo estadounidense Shiv Kumar, quien las llamó primeramente enanas «negras». La astrónoma estadounidense Jill Tarter propuso el nombre de «enana marrón» en el año 1975. A pesar de que las enanas marrones no son marrones, el nombre se le dio porque se pensaba que estos objetos tenían polvo. Las búsquedas de enanas marrones en los años 80 y 90 encontraron varios resultados; pero ninguno fue confirmado como una enana marrón.
Los astrónomos de la Universidad de California, Berkeley, observaron el litio en un objeto en las Pléyades, el cual fue aceptado más tarde como la primera enana marrón binaria. Los astrónomos del Observatorio Palomar y de la Universidad Johns Hopkins encontraron un compañero para una estrella de baja masa llamada Gliese 229 B.
La enana marrón está formada principalmente por hidrógeno molecular y además es muy fría pues su temperatura no supera los 100 kelvin. Cuando se observa en un telescopio la nube aparece como una mancha oscura y opaca que se puede observar en la luz. Este tipo de nubes son la materia prima de la que se forman las estrellas.
Las enanas marrones se forman como un producto que surge de la evolución estelar fallida. Cuando una nube de gas colapsa en sí misma, se da lugar a la creación de una protoestrella que en otras palabras es el embrión de una estrella. Muchas veces, las protoestrellas logran ganar la suficiente cantidad de masa y una adecuada temperatura para desencadenar la fusión nuclear de su material en el núcleo, convirtiéndose en estrellas en fase de secuencia principal. En el caso de las enanas marrones, se quedan estancadas a medio camino y no logran adquirir cantidades suficientes de masa para provocar que el hidrógeno comience a fusionarse en helio y para poder estabilizar la temperatura antes de poder convertirse en estrella.
La posibilidad de habitabilidad en planetas que orbitaran una enana marrón ha sido estudiada a lo largo de los años, y se ha pensado que las condiciones para que uno de estos astros tenga un planeta habitable son muy estrictas porque la zona habitable es muy estrecha y porque la excentricidad orbital debería ser extremadamente baja para prevenir la creación de fuerzas de marea que produzcan un efecto invernadero descontrolado que los vuelva inhabitables.
Una enana marrón fue descubierta a 98 años luz de distancia del Sol. Este descubrimiento se hizo por medio de un sitio web donde cualquier persona puede ayudar a encontrar objetos que están más lejos de la órbita de Neptuno. La existencia del objeto ha sido confirmada por el Telescopio Infrarrojo de la NASA en Hawái y ha sido identificada como una enana marrón.
Bob Fletcher, un profesor de ciencias fue el primero en detectar a la enana marrón, cuando observó un objeto muy tenue en varias de las imágenes del telescopio WISE y luego el objeto fue reportado por voluntarios de Rusia, Serbia y Estados Unidos.
Algunas de las enanas marrones que han logrado ser identificadas son:
Algunas de las principales curiosidades de las enanas marrones son las siguientes:
Briceño V., Gabriela. (2018). Enana marrón. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/enana-marron/