La escorrentía es una corriente de agua, que puede provenir de la lluvia, derretimiento de la nieve u otras fuentes, que fluye sobre la superficie de la tierra cuando ya se ha superado la capacidad de evaporación y de infiltración que tiene la tierra y es un componente principal del ciclo del agua. También puede ser conocida como escurrimiento o aliviadero. La escorrentía tiene la capacidad de recorrer el suelo y de expandirse libremente, lo que es muy importante para el ser humano porque permite, principalmente, recolectar agua.
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Es una fase importante del ciclo hidrológico y son las aguas que pueden llegar a mantenerse en movimiento constante sobre la superficie de la tierra por la caída de la lluvia o el derretimiento de la nieve creando sistemas de desagüe.
La escorrentía consiste en una corriente de agua que se origina a raíz de las diferentes precipitaciones que se presentan y que circula y se extiende sobre el suelo cuando la capacidad que existe de evaporación y de infiltración del agua en el suelo ha sido superada y el suelo ya no la puede absorber. Es por esta razón que la escorrentía recorre los suelos y tiene la capacidad de expandirse con libertad.
Esta agua que corre por los suelos también alimenta a los ríos, lagos, mares y océanos y produce también, como efecto negativo, la erosión de los suelos.
La escorrentía superficial es el tipo de escorrentía más rápida que existe en la naturaleza y es al mismo tiempo la que provoca principalmente el proceso de erosión de los suelos, además de ser una parte importante dentro del ciclo del agua. Se origina o deriva de las precipitaciones, por el derretimiento de la nieve y de los glaciares. Estas escorrentías son las que llegan con mayor frecuencia a las aguas de los océanos, ríos y mares y tiene la capacidad de poder generar diversos daños a los sembradíos, árboles, plantas y vegetales.
Es importante mencionar que las escorrentías superficiales se pueden ver afectadas muchas veces por las diferentes actividades que realiza el ser humano, y por esta razón es que algunas de estas aguas que corren de manera libre por los suelos transportan también grandes cantidades de basura, químicos y demás desperdicios que afectan negativamente al agua y medio ambiente.
La escorrentía subterránea sucede por debajo del suelo luego de que el agua se ha infiltrado a través de él. El agua entonces llega a circular de manera horizontal y, luego, tiene la capacidad de volver a fluir hacia el exterior en forma de manantial. Este tipo produce aguas que pueden ser utilizadas y que están disponibles en períodos de sequía, pero se debe recordar que no son un recurso renovable por lo que, si estas aguas se extraen sin control, se producirá un agotamiento del recurso hídrico. La velocidad a la que se mueve el agua en la escorrentía subterránea es muy lenta pero su tiempo de resistencias es considerablemente alto.
La escorrentía hipodérmica es parte de la precipitación que se logra infiltrar en el terreno y que puede circular en el subsuelo y esto lo hace a muy poca profundidad y a distancias que son cortas, hasta que logra llegar a la superficie cuando encuentra un canal de flujo por medio de cual subir, y entonces pasa a formar parte de la escorrentía superficial luego de la lluvia ha pasado, y no llega a alimentar el agua subterránea.
Los principales efectos de la escorrentía son los siguientes:
Es importante recordar que el suelo es la capa superficial de la superficie terrestre que está formada por una serie de materiales orgánicos e inorgánicos. Una de las particularidades de los suelos es que se encuentran llenos de materiales que no están consolidados, por ejemplo, arcillas, limos, arenas, gravas, etc. Y es precisamente esta característica la que hace que los suelos sean tan susceptibles a la erosión, principalmente la erosión hídrica que sucede cuando la escorrentía no se logra controlar.
Los principales problemas ambientales que están asociados con la escorrentía son los impactos que sufren las aguas superficiales, subterráneas y del suelo por medio del transporte de contaminantes del agua a estos sistemas. Estas consecuencias producen riesgos para la salud humana, perturbaciones del ecosistema y al impacto estético en los recursos hídricos.
Algunos de los contaminantes que afectan las aguas superficiales y que se derivan de la escorrentía son las sustancias que provienen del petróleo, los herbicidas y los fertilizantes. En el caso de las aguas superficiales, los impactos se convierten en contaminación del agua, ya que los arroyos y los ríos han recibido sustancias químicas. Cuando las aguas superficiales son un suministro de agua potable, se ven comprometidas produciendo riesgos para la salud.
Las aguas superficiales contaminadas corren el riesgo de alterar los procesos metabólicos de las especies acuáticas que albergan; produciendo la muerte de peces, o alterando el equilibrio de las poblaciones presentes. También puede afectar el apareamiento de los animales, el desove, la viabilidad de los huevos y las larvas, la supervivencia y la productividad de las plantas de agua.
Algunas medidas de prevención contra la escorrentía son:
Briceño V., Gabriela. (2018). Escorrentía. Recuperado el 25 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/escorrentia/