PsicologíaEstados de conciencia
Cuando tenemos conocimiento de nosotros mismos y de lo que ocurre a nuestro alrededor, se dice que nos encontramos en un estado de conciencia. Para ello ciertas estructuras del cerebro deben estar funcionando cabalmente. Estas son las que nos permiten estar atentos, hablar, percibir, recordar y ejecutar funciones motoras. Solo cuando se duerme profundamente (sin sueños) no estamos conscientes. También existen otros factores que llevan a la inconciencia. El estudio de esta área es complejo y multidisciplinarios, pues en ella intervienen la psiquiatría, psicología, neurología, medicina y la ciencia. Incluso, a nivel espiritual se habla de los estados de conciencia del ser humano.
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Conciencia
¿Qué son los estados de conciencia?
Cuando las funciones neurocognitivas del cerebro humano están activas, es decir, que un individuo está en vigilia y sus acciones son intencionales, se dice que se halla en estado de conciencia. Cuando se duerme y se tienen sueños, las personas viven una experiencia y por tanto también tienen conciencia. Solo cuando el sueño es profundo ésta desaparece. El estado de conciencia entonces se refiere a cuando un individuo está al tanto sobre existencia y sobre lo que existe en torno a él.
Componentes de los estados de conciencia
La definición de estado de conciencia posee dos componentes fundamentales:
- Nivel de alerta (el grado o estado consiente)
- Conciencia de sí mismo y su alrededor (lo que contiene la conciencia)
Contenido de la conciencia
Se establece que la conciencia tiene contenido cuando una persona es capaz de procesar la información que se genera hacia dentro (sobre si, autoconciencia) y hacia afuera (el ambiente que le rodea). Para ello es necesario que también esté en vigilia o alerta. Científicamente se señala que los estados inconscientes (no existe conciencia) son el sueño profundo y el estado de coma.
Estados normales (ordinarios) de conciencia
- Vigilia: Cuando hay contenido en la conciencia. La persona está al tanto de sí y del exterior de manera continua.
- Sueño: Dormir es necesario para el organismo. El sueño se divide en dos fases NO REM (lento) y REM (Rápido).
Alteraciones en el estado de conciencia
Cuando suceden alteraciones en el estado de la conciencia es síntoma de una patología. La única alteración de la conciencia que no ocurre por una enfermedad es el sueño, pues se trata de una función que requiere el organismo. Durante la fase profunda se desvanece la conciencia. Algunas de las anomalías patológicas (también se les denominan estados) son:
- Coma: Aquí el estado de la conciencia se mantiene igual a cuando se experimenta un sueño profundo. La diferencia radica en que no hay estímulos externos que logren “despertar” al paciente. Estímulos como el dolor, la voz o toques no cusan efecto.
- Estado vegetal o vegetativo: Los ojos abiertos es señal de que está despierto, pero no tiene conocimiento de sí ni de su ambiente. No es consciente. Estos enfermos reaccionan pero de manera automática (actos reflejo), no lo hacen por cuenta propia.
- Conciencia Mínima: Los afectados pueden moverse ligeramente por sí mismos, como al mover los ojos. Son capaces de decir algunas palabras y responder a indicaciones básicas.
- Delirio: El paciente sufre un cambio brusco de confusión y del nivel de conciencia. Su memoria, pensamientos y orientación se desordenan. No necesariamente afecta su capacidad motora.
- Mutismo Acinético: Su estado de conciencia es limitado. Estos pacientes están imposibilitados para hablar o moverse. Están despiertos y a menudo pueden seguir con la mirada, especialmente ante estímulos auditivos.
Otras alteraciones relacionadas
- Epilepsia: Se ha comprobado científicamente que el área cerebral que se desactiva durante un ataque epiléptico es la relacionada con la conciencia. Durante un episodio, que dura aproximadamente unos 10 segundos o menos, los pacientes presentan una mirada fija y no responden. El no responder puede tardar varios minutos más luego del percance.
- Sonambulismo: Es una anomalía que se presenta durante los sueños profundos. Pueden incluso caminar sin estar conscientes de ellos, de su entorno y no responder a estímulos auditivos y de toques de forma transitoria.
Causas de las alteraciones o trastornos de los estados de conciencia
- Falta de oxígeno en el cerebro: El oxígeno es vital para que el cerebro funcione. Cuando la cantidad que se requiere disminuye las células del cerebro se lesionan o mueren. Cuando el flujo sanguíneo que va al cerebro es interrumpido la conciencia se ve afectada. El suceso puede ser desencadenado por un derrame cerebral, hemorragia o inflamación del cerebro. Los tumores también pueden presionar ciertas áreas y comprometer los vasos sanguíneos. Otras causas de fallas en la oxigenación se deben a convulsiones, infartos al corazón y fallas en los pulmones.
- Traumatismo craneal: Los golpes en la cabeza pueden afectar el cerebro y por ende la conciencia.
- Fármacos, alcohol y /o drogas: Algunos medicamentos para los dolores u otras afecciones pueden influir en los estados de conciencia. La anestesia general que aplican para realizar intervenciones quirúrgicas causa gran efecto, pues sumen al paciente en un sueño profundo y adormece por completo el cuerpo para que no sienta dolor. Algunas drogas, especialmente las de alta pureza y/o químicamente fabricadas intervienen en cómo funciona la conciencia, pues ocasionan daños en el cerebro. Algunas personas indican que tras drogarse experimentan otros “niveles de conciencia”. El alcohol en exceso también afecta la actividad cerebral y por ende el estado de conciencia de un individuo.
- Enfermedades crónicas: Algunas patologías crónicas como la diabetes y otras que dañan el hígado o los riñones pueden ocasionar que en el cuerpo se generen químicos o desequilibrios minerales dañinos para el cerebro. Igualmente, patologías degenerativas como el Parkinson y el Alzheimer pueden devenir en alteraciones de la conciencia.
Aplicaciones en la medicina y ciencia
La complejidad de los estados de conciencia hace que se estudien en varias áreas de la ciencia, medicina, psicología es incluso a nivel espiritual. Gracias las neurociencias en conjunto con la Física y el resto de las áreas, se aplican los estados de conciencia en la creación de modelos o prototipos con el fin de explicar las conexiones sinápticas en el cerebro. Es decir, la química, comunicación y respuestas cerebrales, entre otros. Visiones y hasta experiencias místicas o sobrenaturales estarían explicadas como trastornos de la conciencia por desequilibrios en neurotransmisores del cerebro.
Estados de conciencia espirituales
Son varias las religiones o prácticas espirituales que se refieren a los estados de conciencia. La mayoría señala que existen grados o niveles de conciencia superiores, que van más allá de las descritas científicamente. Entre las creencias más arraigadas sobre el tema, está la que se basa en los cuatro textos más viejos de la literatura de la India y de los cuales se basa la religión védica (antes de formarse la religión hindú). La creencia de los Vedas señala que hay siete (7) estados de conciencia, los cuales se van alcanzado a través de la meditación y trabajo espiritual. Son una especie de conciencia extendida que gradualmente lleva a la “iluminación”, que sería el estado ideal del ser humano. Estos son:
- Sueño profundo: Los sentidos están aletargados, con poca percepción y cognición. Sin embargo, se responde a estímulos como el tacto, la luz y los sonidos.
- Onírico: Aquí se está más alerta y despierto que en el primer estado. Se tienen sueños, experiencias, imágenes y hasta se piensa. El mundo onírico parece real y solo nos damos cuenta de que no lo es al despertar.
- Vigilia: Es el estado en el que se está de forma frecuente. Alerta y despiertos. La actividad del cerebro es muy distinta a los dos primeros estados. La mayoría de las personas solo alcanzan a llegar a este nivel.
- Conciencia del alma: Es cuando se toma conciencia de quien observa dentro de nosotros. Ocurre cuando se está totalmente en calma, quieto y se trasciende para ver el alma. La experiencia puede durar muy poco, pero marca. La consecuencia de vivirla es que el “estado del yo” se expande. Suele pasar durante la meditación.
- Conciencia cósmica: Se alcanza este nivel cuando el espíritu de una persona puede observar su cuerpo físico o material. Hay una conciencia superior que permite ubicarse como parte de un “espíritu infinito” que se vincula con un todo. Este sale del cuerpo y del alma para observar y analizar su propio exterior material. Los individuos se vuelven más creativos, intuitivos y conscientes.
- Conciencia divina: El observador (espíritu fuera del cuerpo) se hace más fuerte y despierto. Se siente dentro del cuerpo, en el alma, fuera de él y en todos los seres vivos. Se puede notar el espíritu que poseen las plantes, animales y en ellos la presencia de Dios. Hasta es posible hablar con ellos. No es un estado constante. Se entra y sale de él. Este grado de conciencia en la manera perenne se le atribuye a los videntes y profetas.
- Conciencia de unidad: Se le llama “iluminación” y es el máximo nivel de conciencia espiritual. Cuando se alcanza se percibe la unidad del ser con el universo. El mundo es una extensión del ser humano y viceversa. Estos individuos son capaces de efectuar los llamados “milagros”.
Escrito por Laura Isabel Castro Del Valle