Resulta un poco difícil definir con precisión la palabra fósil. Esta palabra se deriva del verbo latino "fodere" que significa cavar. Por lo tanto, básicamente podríamos decir que un fósil significa cualquier cosa que es extraída de la tierra. En el presente, sin embargo, los fósiles se limitan a referirse a los restos orgánicos que se obtienen de la tierra y excluyen objetos inorgánicos u objetos creados por los humanos. En un sentido popular, un fósil puede definirse como huellas de la naturaleza en el vientre de la tierra. Un fósil incluye los restos de un organismo completo o alguna parte de un organismo o en otros casos la evidencia directa de la existencia previa de algún organismo en los sedimentos de la tierra.
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Los fósiles son los restos o las diferentes marcas de animales que ya están extintos y que luego de sus muertes, las marcas de sus actividades se han logrado conservar con el paso del tiempo de alguna manera.
Las características más representativas que podemos observar en los fósiles son las siguientes:
Durante toda la historia, el hombre ha convivido con fósiles de organismos diferentes que han sido interpretados en la actualidad. Muchos mitos y leyendas se han formado a partir de ellos creando una serie de historias mágicas y han sido razón de controversia científica en muchos casos. En una cueva fueron encontrados muchos gasterópodos y corales fósiles que pertenecían a los Neandertales, quienes habitaron la cueva. En el Neolítico, en Egipto, fueron encontrados fósiles en metal. Los aqueos, antiguos griegos también descubrieron restos similares a los de un ser humano en una cueva localizada en Etna. A lo largo de los siglos, como podemos observar, seres míticos, gigantes y monstruos han sido relacionados con los restos de fósiles. Esta situación se mantuvo hasta principios del siglo pasado, cuando el geólogo británico Lyell le dio una definición a los fósiles como restos de organismos que habitaron en otras épocas los cuales estaban integrados en el seno de las rocas sedimentarias.
Los fósiles nos sirven por la gran información que nos proporcionan. Sirven para poder reconstruir ecosistemas y condiciones de clima pasadas, son indicadores paleo ambientales. También nos ayudan a recrear construcciones paleogeográficas y han permitido conocer el origen de muchos de los animales que observamos en la actualidad.
Existen en el área de la paleontología, dos diferentes tipos de fósiles que se pueden estudiar, éstos son:
En realidad un fósil puede ser encontrado en cualquier lugar del mundo, pero existen algunos lugares en la tierra que son ricos en fósiles como por ejemplo las pizarras de Burgess Shale localizadas en Canadá y la caliza de Solnhofen en la Patagonia. También han sido localizados en España, donde se han encontrado yacimientos originarios del Pleistoceno.
Los fósiles, somatofósiles, icnofósiles, se pueden fosilizar por medio de tres formas diferentes que son la mineralización, fundición y moldeo y carbonización, procesos que conservan los restos durante millones de años.
En este proceso se forman los huesos y los icnofósiles. Los restos del cuerpo obtienen más minerales o se da una alteración en los que ya existen en el hueso, que los convierten en restos iguales a una roca, proceso que se llama petrificación. Este proceso puede darse por medio de dos diferentes mecanismos que son:
Este proceso se da cuando se pierden oxígeno, hidrógeno y nitrógeno principalmente, lo que produce una película de carbono. Es usual en estructuras hechas de lignina, quitina, celulosa o queratina. Sucede cuando restos de plantas o de animales son aplastados por una roca.
Son impresiones en negativo que no representan el organismo como es, o positivo que representa el organismo como realmente es, en otras palabras una copia, de partes que tiene un organismo icnofósiles. Estos moldes se pueden formar de tres formas diferentes:
Entre los tipos de formación de fósiles también podemos encontrar la momificación que preserva el organismo prácticamente como estaba en vida.
Para la correcta conservación de un fósil se deben de seguir los siguientes pasos:
Deben de guardarse bien etiquetados y en la etiqueta debe colocarse la especie y los datos del lugar dónde se encontró. Se puede asignar un número pintando una pequeña mancha blanca en el fósil.
Los fósiles de menor tamaño se preparan en un portaobjetos excavado que es una pieza de cristal utilizada en microscopía. Las etiquetas del fósil deben de pegarse directamente en el portaobjetos.
Se pueden usar cajas de naturalista para colecciones pequeñas. En los laboratorios de paleontología, los fósiles se guardan en armarios con cajones, estanterías con cajas, etc.
La ciencia que se encarga de realizar estudios de fósiles se conoce con el nombre de paleontología que además de estudiarlos, los describe y analiza para detallar e interpretar los factores y características biológicas que han tenido las especies en épocas pasadas. Esta ciencia tiene varios fundamentos y conocimientos de geología y biología. Estos estudios nos ayudan a conocer y entender aspectos del origen y de la evolución de la vida sobre la faz de la tierra y puede también incluir estudios geográficos, ecológicos, químicos y climatológicos.
La formación del fósil dependerá de la composición química que posea un determinado organismo y de la composición de agua a la que se encuentre expuesto. Muchos de los fósiles tienen en su interior lípidos libres como los hidratos de carbono, proteínas, quitina y lignina y muchos tienen como principal componente el querógeno. Los animales que poseen una concha son más fáciles de preservarse en forma de fósiles.
El estudio de los fósiles es muy importante porque nos proporciona una visión de la vida del pasado así como de la estructura, distribución y características reproductivas de los seres vivos. Esto nos ayuda a entender y apreciar mejor la forma en la que interactúa la flora y la fauna actual. Es importante para la ciencia en general, para la geología pues brinda información sobre la historia del planeta, es una base para la formulación de las diferentes teorías evolutivas, ayuda a reconstruir los ecosistemas donde han sido encontrados los fósiles para conocer las diferentes condiciones del clima que han existido en una región determinada y por último, el combustible que utilizamos diariamente proviene de fósiles, y gracias a ellos tenemos electricidad y transporte.
Algunos ejemplos de fósiles importantes que han sido encontrados son:
Briceño V., Gabriela. (2018). Fósiles. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/fosiles/