El reconocido arquitecto de origen italiano Francesco Borromini fue el arquitecto más atrevido y original que existió durante el periodo Barroco romano, y su estilo es la encarnación de la extravagancia barroca. Sus trabajos lograron influir en toda Europa y América del Sur. Borromini fue el representante del lado más imaginativo e idiosincrásico que tuvo la arquitectura barroca; logró mantenerse mucho más cerca de los objetivos e ideales de la antigua Roma, tanto en escultura como en arquitectura, y sus obras arquitectónicas son consideradas como una serie de trabajos sobrios y clásicos.
Información personal
Fue un arquitecto de origen italiano y suizo, que fue considerado como uno de los principales exponentes que existieron durante el periodo barroco romano cuyas obras fueron completamente originales y sin precedente alguno.
Francesco Castelli, mejor conocido en el mundo artístico como Francesco Borromini, nació el 25 de septiembre de 1599 en Bissone, en el lago de Lugano. Cuando era niño, fue enviado Milán a para que aprendiera a ser albañil, y fue como albañil que se fue a Roma, desde 1621. Probablemente comenzó como albañil ordinario en San Pedro, pero pronto fue encontrado por Maderno , el principal arquitecto de San Pedro y trabajó con él como ornamentista.
En la década de 1630, Francesco Borromini comenzó a recibir comisiones independientes por sus trabajos, y su fama creció rápidamente. En 1632 comenzó a trabajar en el Palazzo Spada. Quizá uno de los trabajos más importantes que realizó fue el trabajo de Borromini en S. Carlo alle Quattro Fontane, iniciado en 1634. Esta pequeña iglesia es uno de los monumentos más importantes del estilo barroco en Roma. La siguiente gran obra de Borromini fue el Oratorio de S. Filippo Neri, la cual inició en el año 1637 para la Congregación del Oratorio.
Entre los años de 1642 y 1650 hizo su obra más compleja en su concepción, la iglesia de Sant’Ivo alla Sapienza. En 1653 dirigió los trabajos de la iglesia de Sant’Agnese; al morir el papa Inocencio X, la construcción se detuvo y se impusieron los adversarios de Borromini y, en 1657, se lo despide de la obra.
En 1667 cayó enfermo, por fiebre e insomnio, el primero de agosto por la tarde escribe su testamento, luego se acostó pero no pudo conciliar el sueño razón por la cual le pidió una luz a su criado. El criado, siguió las órdenes del médico y no le dio la luz, por lo que Francesco Borromini se enfadó y en una crisis de ira, se hirió con su espada, falleciendo al día siguiente.
La obra arquitectónica de Francesco Borromini tiene siempre como fundamento principal sencillos elementos geométricos que incluyen figuras geométricas como triángulos y círculos, cuya manipulación espacial genera cilindros y prismas, dando origen de esta manera a una arquitectura muy personal.
Es importante mencionar que los círculos y triángulos que el autor utilizaba se encontraban relacionados con la religión cristiana. El triángulo equilátero que observamos en sus obras es el símbolo que era usado para poder representar la Santísima Trinidad pues los tres ángulos representan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Eran utilizados por lo general para poder representar el infinito, la eternidad de Dios, el alfa y omega, por medio del círculo.
También tuvo mucha influencia por parte de la naturaleza, la cual la veía como la mejor forma de representar el concepto de divinidad. Sus elementos geométricos son tan sencillos que forman la base para el desarrollo de sus edificios religiosos, cuya simbología pretende expresar esa idea de perfección y de interpretación de la Naturaleza como imagen de Dios. Fue un arquitecto que se encargó de darle mucha importancia al espacio arquitectónico.
Organizó el trazado geométrico sobre puntas alternas de la estrella de David, colocándo también tres diferentes círculos en los vértices exteriores y otros tres en el centro de los lados de los triángulos para generar la forma de la planta de la capilla. Para el exterior, Borromini coloca seis círculos concéntricos e iguales que definen la volumetría exterior de los edificios.
Las principales características de Francesco Borromini son las siguientes:
La perspectiva que utilizó Borromini fue cónica matemática y lo hizo entre los años 1652 y el 1653 por encargo del Cardenal Bernardino Spada, quien había comprado un palacio en el año 1632. Este tipo de perspectiva era conocida como trampantojos (trampa-ante-ojo), y era una técnica pictórica que jugaba con la perspectiva y el hiperrealismo para lograr engañar al observador por medio de efectos y volúmenes que en realidad no existían. Francesco Borromini logró crear este efecto siguiendo estrictamente las leyes ópticas, y por eso contó con la ayuda de un matemático.
Algunos de los reconocimientos que se le han hecho al pintor son:
Entre sus obras más destacadas podemos mencionar las siguientes:
La importancia que tuvo Francesco Borromini radica en que sentó las bases para la arquitectura moderna por medio de sus muros ondulados con superficies curvas que logró darle flexibilidad a la piedra y transformó el muro pétreo en un tipo de material elástico.
Briceño V., Gabriela. (2018). Francesco Borromini. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/francesco-borromini/