Uno de los aspectos más importantes para la antigua cultura egipcia fueron sus dioses, una serie de figuras elementales en las cuales creían y a quienes rendían tributo de forma importante. Muchos fueron los dioses que fueron parte de este grupo cultural, y entre ellos es posible encontrar a Horus, considerado como una de las divinidades de mayor antigüedad entre los egipcios.
Horus fue uno de los grandes dioses que pertenecieron a la mitología egipcia. Representaba al dios del cielo, de la guerra y la cacería y fue comparado en muchas ocasiones como el mesías de Egipto pues en el fondo también estaba relacionado con la historia de Jesucristo.
Horus era considerado como un dios orgulloso y muy feroz, hijo de Osiris (dios del aire y la tierra) y de la diosa Isis. Según cuenta la historia, fue salvado por su madre al ocultarle su embarazo a Seth, hermano de su padre, quien quería arrebatarle el poder y el trono. Era conocido también con el nombre de Nejeny, cuyo significado era halcón. Fue conocido también con otros nombres, por ejemplo, hr.w que significa “harú” o “halcón”; a partir de la segunda mitad del siglo IV d.C. se conoció como Hōr, en el pueblo griego se le llamó Hōros.
Era un dios que tenía poderes muy importantes los cuales había heredado de su madre Isis e incluso tenía la capacidad de resucitar a los muertos, esta fue una de las razones por las cuales fue comparado con Jesús. La cabeza de halcón con la que se le representa a menudo es un símbolo tanto del cielo como de una presencia que todo lo ve.
Horus tenía varios papeles mitológicos importantes dentro de la cultura egipcia. Estos fueron los siguientes:
Horus tenía el poder de proyectar su energía por medio de su casco o corona y cuando observaba a un enemigo, tenía la capacidad de paralizarlo por completo cuando lo veía con su ojo izquierdo. Su fuerza era sobrehumana, con un nivel que simplemente era desconocido para el hombre. Muchos de sus poderes eran heredados de su madre, Isis, y por esto, también tenía el poder de evocación.
El mito de Horus inicia con sus padres, Osiris quien era el encargado de gobernar Egipto e Isis, quien era su reina, diosa de la tierra y el cielo. Osiris fue asesinado por Seth, su hermano, y de acuerdo a la historia esta lucha representó el combate entre el desorden y el orden. Varias fuentes egipcias mencionan que Isis, estando embarazada de Horus, decide esconder su embarazo pues el niño representaba una amenaza en un lugar cerca del delta del Nilo.
Horus fue entonces un niño vulnerable que siempre estuvo rodeado de maldad pero siempre estuvo protegido por su madre. Cuando creció y llegó a la edad adulta, Horus desafía a Seth por el trono de Egipto. Esta lucha violenta debía decidir quién sería el heredero del trono. Según refiere la historia, estas batallas duraron incluso más de 80 años. Es en esta batalla que Horus pierde un testículo y Seth pierde uno de sus ojos. La resolución del conflicto fue compleja y variada.
De acuerdo con la historia, Horus y Seth se dividieron el reino. Horus se encargó de gobernar las tierras fértiles que estaban alrededor del Nilo mientras que Seth tuvo que gobernar el desierto y las tierras extranjeras. Horus gobernaba la tierra mientras que Seth el cielo. Luego de esta unión pacífica, ambos logran reconciliarse para luego poder así restablecer el orden luego del conflicto. Existe también una versión distinta que menciona a Horus como el único ganador. En esta última versión, Seth es derrotado por completo y según los historiadores, es expulsado de Egipto. Los habitantes pasaron a ver a Seth como un ser desordenado y maligno y Horus se encarga de ocupar el trono de Egipto haciendo que la nación tenga de esta manera un rey legítimo.
Horus era representado con el cuerpo de un ser humano y con la cabeza de un halcón. En su cabeza tenía una corona doble que representaba al alto y bajo Egipto. Su ojo derecho representaba al sol o estrella de la mañana mientras que el ojo izquierdo representaba la luna o estrella de la tarde que significaba curación.
Ra era considerado como el dios del cielo, del sol y del origen de la vida, era un símbolo de luz solar, el dador de la vida, de la muerte y la resurrección. La principal relación que había entre estos dioses era la creación. Horus había sido el creador de toda la civilización egipcia y Ra era el dios que había estado a cargo de toda la creación del universo, era el que podía dar vida y además, era quien tenía bajo su responsabilidad el ciclo completo de la muerte.
El templo del dios Horus es considerado como una verdadera maravilla arquitectónica, típica de la cultura egipcia y se mantiene en buenas condiciones en la actualidad. Fue construido entre los años 237 y 57 a.C., durante el periodo Helenístico. Mide 137 metros de largo por 79 de ancho y tiene una altura de 36 metros. Se encuentra ubicado en la orilla del Nilo, en su parte occidental y durante muchos siglos quedó sepultado debajo de la arena del desierto.
El templo representa una de las más típicas construcciones de los templos pilono los cuales constaban de el patio, dos salas hipóstilas, una sala central, una para ofrendas y por supuesto un santuario. Los pilonos estaban divididos en cuatro pisos en los cuales se podían encontrar cámaras y el patio era un lugar bastante espacioso que contenía columnas a los lados.
Los símbolos egipcios fueron utilizados durante los diferentes periodos de la civilización egipcias y estaban relacionados con un dios y con amuletos que utilizaban para hacerle frente a las diferentes dificultades. Para el dios Horus, el símbolo que se creó fue el Ojo de Horus. Era conocido también con el nombre de Udyat y estaba relacionado con la protección y con la salud. De acuerdo con la historia, el padre de Horus había sido asesinado por Seth, quien era su hermano. Horus intentó entonces buscar venganza y en una de las batallas, perdió uno de sus ojos. Entonces, Tot, el dios de la sabiduría y la magia logró cambiar el ojo de Horus ofreciéndole el ojo a Osiris para poder así devolverle la vida.
Este amuleto sobrevivió con el paso del tiempo y hoy en día es utilizado por algunas personas como un tipo de protección. El ojo está representado en amuletos capaces de repeler toda energía negativa y restablecer la armonía. Por esta razón, también fue utilizado por los faraones para defenderse de cualquier elemento o enemigo que intentara desestabilizar su gobierno.
Para el antiguo Egipto, Horus representó una de las más importantes deidades entre todos sus dioses. Los faraones lo consideraban como el dios responsable de protegerlos en las guerras y su importancia fue tal que era considerado como la reencarnación del faraón en la tierra. Era considerado además, por ser hijo de Osiris e Isis, como el hijo divino de la tríada, una representación de la sagrada familia.
Briceño V., Gabriela. (2021). Horus. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/horus/