Todos los seres humanos nacemos con un sexo que nos puede identificar como hombre o mujer. Esto en un principio determina nuestra identidad de género pero ¿Qué sucede cuando la persona no se siente identificada con su sexo, sino con el sexo opuesto? Es a partir de esta pregunta que el tema de identidad de género va más allá del hecho de que los órganos que definen nuestra sexualidad, y se vinculan más con la forma de pensar, actuar de las personas de acuerdo como se sienten en su cuerpo desde su experiencia personal y en público. Es un derecho humano fundamental que promueve la diversidad sexual y un desarrollo sexual saludable.
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La identidad de género es la forma en la que se reconoce una persona como hombre o como mujer basada en su forma de ser, pensar y actuar y su aceptación o rechazo a sus características fisiológicas innatas. Se diferencia del sexo porque la identidad de género involucra factores culturales y sociales mientras que el sexo es determinado por las características biológicas específicas (hombre o mujer).
En la actualidad, la identidad de género es un tema estudiado en muchos países a nivel legal, para respetar el derecho de identidad de género de los ciudadanos y sobre todo en el caso de los trans (trasformista, transgéneros, transexuales) que forman parte de la sociedad y deben ser tratados como seres humanos con los mismos derechos y deberes sin exclusión, discriminación ni violencia por su orientación o identidad sexual de una persona.
La identidad de género consiste en que la persona sea consiente de sentir pertenencia al género masculino o femenino independientemente del sexo con el que nació. Una persona puede sentir pertenencia por una identidad de género distinta a sus características físicas innatas.
La identidad de género se consolida por lo general, en los hombres y las mujeres entre los 3 y 4 años de edad.
Existen diferentes tipos de identidad de género. Entre ellos, se pueden mencionar:
En el desarrollo de la identidad de género intervienen muchos factores vinculados a la familia y el entorno social en el que se desarrolla le individuo, así como las condiciones psicológicas y biológicas de cada persona. Esto es común para la identidad sexual de los heterosexuales; en el caso distinto a la identidad diferente a la heterosexual existen ciertos factores externos ligados a trastornos psicológicos severos producidos en el ambiente familiar (crianza, familiares) o social (amigos influyentes, gente ofensiva) que representan la influencia más representativa para el cambio de identidad sexual y de nombre.
El desarrollo de la identidad de género está vinculado a los patrones familiares y sociales en los que se desarrolló un individuo y el nivel de aceptación o rechazo que tenga hacia a ellos. Este es un proceso muy complejo que involucra factores biológicos, psicológicos, sociales y cultuales.
A partir de los tres años de edad, los niños y niñas ya tienen una idea de cómo se comporta su género y cuáles son sus gustos según lo visto en su familia o en la sociedad. Existen casos en los que a pesar del sexo, el niño o la niña pueden desarrollar a futuro una identidad contraria a su orientación sexual, pero esto solo se ve consolidado entre los 18 y 20 años de edad.
La crisis de identidad de género, es una situación o fenómeno incomodo que suele presentarse cuando una persona no siente que pertenece a su sexo biológico. Este caso se le conoce como Disforia de Género y siendo así, se requiere apoyo familiar y psicológico.
En otros casos, la crisis de identidad de género es relacionada con no adecuarse a los modelos de masculinidad y feminidad tradicionales; y no puede ser resuelta simplemente con hormonas o cirugías sino con cambios de mentalidad o ideas sobre lo que está o no permitido a los hombres y a las mujeres.
El cambio de identidad de género es un proceso que puede ser complicado de acuerdo al alcance que éste tenga. Si representa sólo un cambio de identidad y actitud personal puede generar en algunos ambientes sociales algún tipo de discriminación o rechazo. Por otro lado, si este cambio está vinculado a cirugías y tratamientos; estos que tienden a ser muy agresivos para el cuerpo humano al igual que el uso de medicamentos y hormonas que no forman parte del sexo del individuo que quiere cambiar su identidad de género.
Actualmente, el cambio de identidad de género está relacionado con el cambio de nombre en los documentos de identidad o con el cambio de sexo a través de cirugías y tratamientos. En muchos países, se están elaborando leyes relacionadas con el tema del cambio de identidad de género para que las personas que no entren en el grupo de heterosexuales sean igualmente respetadas y no se les trate con violencia, ni discriminación o rechazo.
La discriminación a la identidad de género se da sobre todo a las personas que no son heterosexuales. Esto viene generado por conductas intolerantes y poco respetuosas de personas que utilizan falsamente las costumbres nacionales o religiosas para maltratar, rechazar o discriminar a los no heterosexuales.
Este tipo de discriminación se ha puesto en observación en muchos países para que no se extienda una ola de violencia verbal o física hacia las personas que no son heterosexuales y para que puedan vivir libres y en igualdad de condiciones como todos los ciudadanos.
La identidad de género que nos define no solo sexualmente sino actitudinalmente, representa nuestra forma de proyectarnos a los demás y a nosotros mismos según como nos sintamos con nuestro cuerpo, con nuestra familia y con la sociedad a la que pertenecemos.
Es importante respetar la identidad de género de todos los ciudadanos porque esta representa un Derecho Humano Universal. Sin importar si nos guste o no los comportamientos o actitudes de los heterosexuales y de los no heterosexuales, el respeto no debe faltar nunca, al igual que la tolerancia porque cada quien es libre de elegir la identidad de género que lo haga sentir bien consigo mismo y esa libertad debe ser respetada.
En el mundo las leyes sobre el respeto a la identidad de género están siendo estudiadas por muchos países en todos los continentes.
Argentina fue el primer país en aprobar una Ley de Identidad de Género en el año 2012, la cual permite que las personas trans (travestis, transexuales y transgéneros) sean inscritas en sus documentos personales con el nombre y el género que ellos elijan. Esta Ley también ordena que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Programa Médico Obligatorio con coberturas en todo sistema de salud, público y privado. Esta es la primera ley del mundo que no ve la condición trans como una patología.
En otros países, la leyes sobre identidad de género están en discusión, pero en algunos países se permite el cambio del nombre pero no siempre el derecho al cambio de sexo para los trans.
A continuación se presentan la posición de varios países en relación a la identidad de género y en relación al cambio de género y de nombre. Estos países son:
Sancler, Valentina. (2018). Identidad de género. Recuperado el 25 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/identidad-de-genero/