El antiguo Imperio persa fue uno de los reinos más reconocidos por sus majestuosas y maravillosas estructuras ubicadas en el desierto, por sus grandes riquezas y por su perfecta destreza militar; un lugar gobernado por reyes que ejercieron gran poder y ambición, y que lograron conquistar desde el norte de África hasta Asia. Se necesitaron de inmensos y extraordinarios avances en el área de la ingeniería, no únicamente en la construcción de sus edificios, sino también en la creación de las carreteras, los puentes y los canales.
Aspectos generales
El Imperio persa fueron grupos de diferentes dinastías que habitaron un vasto territorio, donde se respetaban las culturas y que se encargaron de gobernar a Persia principalmente durante el Imperio aqueménida con Ciro II el grande.
El pueblo persa es de origen indo-europeo y era un pueblo sometido por los medos, un reino asiático asentado en los ríos de Mesopotamia y quienes pudieron expandir sus territorios gracias al Rey Ciro II el Grande, perteneciente a la dinastía aqueménida, quien además les liberó de los medos.
Los persas expandieron sus territorios, gracias al Rey Ciro II que les ayudó a lograr independencia de los Medos, quienes hacían de los persas sus súbditos. Las fuerzas persas fueron a Lidia y a Jonia, conquistándolas; atacaron Babilonia, y controlaron Mesopotamia, Siria y Palestina, liberando, de igual forma, a los israelitas en cautiverio. Conquistaron también Egipto y tuvieron el apoyo de los griegos.
Filipo II, Rey de Macedonia, planeó apoderarse del Imperio persa; peo falleció. Sin embargo, su hijo, Alejandro, tomó el trono y completó la misión de su padre. Logró dominio griego imponer el, en Mesopotamia, Palestina y Egipto, y luego dominaron Irán y Asia Central, marcando el fin del Imperio.
Los orígenes del Imperio persa se remontan hace 2000 a.C. cuando la región fue ocupada por una serie de pueblos pastoriles y de agricultores, conocidos en ese tiempo como medos y persas. Estos pueblos medos invadieron la meseta de Irán y los persas se establecieron al sudeste de la meseta de Irán más cercanos al golfo pérsico.
Las etapas del Imperio persa fueron:
El inicio del final de los persas surgió con la derrota en las Guerras Médicas, cuando no lograron hacer frente al ejército de Grecia, y a una serie de factores sociales y culturales que tiraron abajo la esencia de la unificación del imperio. Luego de los gobiernos de los últimos emperadores persas, Artajerjes I y Darío II, la política central y periférica se degradó paulatinamente. Se dieron muchas intrigas y conspiraciones entre familias en busca del poder y las provincias, perdieron poco a poco el vínculo que las unía.
En el año 330 a. C, Alejandro Magno encontró regiones desarticuladas y caóticas que pudo conquistar con mucha facilidad. Su paso al oriente es el punto final de un imperio en el que valores como la tolerancia y el respeto por las otras culturas desempeñaron un papel decisivo para un buen gobierno.
Las principales características del Imperio persa fueron:
Su fundador fue Ciro el Grande, quien luego de vencer a medos, lidios y babilonios, extendió sus dominios por todo el lugar. Sin embargo, su verdadero organizador fue Darío, quien logró ampliar las fronteras con la incorporación definitiva de Egipto.
Los persas unificaron a varios pueblos del Creciente Fértil, y sus fronteras se extendieron desde el Mar Mediterráneo hasta el Océano Índico. Habitaron la Meseta del Irán, al este de Mesopotamia, una región semiárida, con montañas ricas en minerales, desiertos y pocos valles fértiles, de clima seco, con grandes oscilaciones de temperatura.
El Imperio persa era el más grande que el mundo antiguo había podido observar, se extendió desde Anatolia y Egipto a través de Asia occidental hasta llegar al norte de India y Asia central. El Imperio persa se expandió bajo el liderazgo de Ciro el Grande, quien utilizó una estrategia de tolerancia religiosa y cultural para mantener el orden.
La sociedad estaba formada por el rey que era considerada como un dios y vivía en la capital, la familia real era bastante extensa y el rey tenía un harem, por lo que los monarcas tenían muchos hijos; existía el grupo de nobles que eran las familias más adineradas y eran los miembros de la corte. Los sacerdotes eran un pilar dentro de la sociedad y habían muchos templos. Los soldados se encargaban de proteger las fronteras, la plebe era una clase integrada por los campesinos y artesanos y los esclavos que venían de las guerras, eran propiedad del estado y eran grupos pequeños.
Los reyes del Imperio persa fueron: Ciro II, Cambises II, Esmeridis, Gaumata, Darío I, Jerjes I, Artajerjes I, Jerjes II, Sogdiano, Darío II, Artajerjes III, Artajerjes IV, Darío III, Artajerjes V.
Se basaba en la agricultura, irrigando con aguas de las montañas, el pastoreo y la extracción de minerales. Practicaban un amplio comercio gracias a la creación de las monedas, esta moneda se llamaba Darico, y eran acuñadas en oro lo que estimulo el comercio interno e internacional.
Por Irán pasaban rutas de caravanas comerciales que venían desde la India y la China hasta el Mar Mediterráneo. El comercio logró darle un importante impulso a la industria de tejidos de lujo, joyas, mosaicos y tapetes y alfombras.
Aceptaban costumbres extranjeras y por esta razón usaban el traje de los medos pues creían que era más distinguido y usaban los petos egipcios para las guerras. Se casaban con varias esposas y tenían un número superior de concubinas. Enseñaban a sus hijos únicamente a montar a caballo, disparar el arco y a decir la verdad. Consideraban que la mentira era la mayor deshonra y el contraer deudas era vergonzoso. Las personas que padecían lepra eran consideradas impuras por haber cometido un delito contra el sol y si eran extranjeros eran sacados del país.
No tenían templos ni imágenes de dioses porque para ellos éstos no tenían naturaleza humana. Hacían sacrificios y cantaban himnos a los dioses. Celebraban sus propios cumpleaños, se saludaban con besos en la boca si eran de la misma clase social o en la mejilla. Tampoco hacían funerales ni entierros porque consideraban que ensuciaban la tierra por esta razón dejaban que los animales y buitres se comieran los cuerpos de los muertos.
La religión del Imperio persa provino de las predicaciones del profeta Zoroastro, el Zoroastrismo. El libro sagrado de la religión persa era conocido con el nombre de Avesta y se enfocaba en la existencia de dos espíritus: uno llamado Ahura-Mazda, que era el dios que representaba el bien, y Angra-Mainyu que representaba el mal.
Tenían conceptos relacionados con el juicio final en el cual el espíritu de los muertos era juzgado dependiendo de lo que había hecho en vida y eso definiría su futuro en su nueva vida después de la muerte.
Los persas se alimentaban principalmente de pan, aceite de ajonjolí, vino y pescado. Su alimentación fue mejorando conforme el paso del tiempo gracias a los pueblos vencidos, y se dedicaron al cultivo de trigo, uva, nuez, arroz, y demás. La carne la comían la comían tanto los pobres como los ricos.
Quizás el principal aporte del Imperio Persa fue la manera en la que obtenían sus ingresos y riquezas. Hicieron grandes inventos, sistemas de bancos y créditos que luego fueron puestos en práctica por los griegos y los romanos. Dejaron un sistema de pesas y medidas, sistemas de riego y uso adecuado del agua, técnicas de construcción y de agrimensura, heredamos su álgebra, geometría, química y física.
Las capitales del Imperio persa que eran utilizadas para gobernar fueron:
Gracias a los persas se crearon los imperios más importantes del mundo como el imperio romano, griego, etc. Heredaron grandes descubrimientos como la existencia de agua bajo tierra, inventaron los pozos que incluso es el mismo que se usa para extraer petróleo, inventaron los canales y dejó ideas de libertad y respeto para otras culturas.
Briceño V., Gabriela. (2018). Imperio persa. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/imperio-persa/