En el momento en el que se decide pintar una pared u cualquier otro tipo de superficie, se debe de tomar en cuenta la realización de un proceso previo con el objetivo principal de poder preparar el lugar que se va a pintar para poder obtener de esta manera los mejores resultados. Además de la limpieza de la superficie que debe de ser realizada, es importante hacer estudios sobre la naturaleza de la misma averiguando así si el proceso de imprimación es necesario.
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La imprimación es una tipo de recubrimiento que se coloca en una superficie previamente antes de colocar la pintura utilizando un producto similar a la misma pero que no da ningún tipo de acabo final.
Podríamos decir que la imprimación es la aplicación de un determinado producto líquido sobre una superficie que necesita o que se quiere pintar. Es un tipo de recubrimiento que es colocado antes para poder de esta manera dar la garantía de que la pintura permanecerá intacta y en buen estado durante largo tiempo. Puede ser elaborada utilizando diferentes tipos de disolventes o agua.
En el caso de la madera, la imprimación es conocida también con el nombre de sellador, el cual puede ser tapa poros (sella y da protección a la madera dando como resultado un acabado tipo barniz), incoloro (sirve en todo tipo de madera que esté ubicada en el exterior pues la sella y evita la formación y el crecimiento de hongos e insectos como las termitas) y el sellador pigmentado ( sellas todos los poros de las superficies de madera para que la pintura pueda ser posteriormente aplicada de manera uniforme.
Se caracteriza también por tener la capacidad de poder entregar un buen acabado al final, la pintura se adhiere mucho mejor a la superficie cuando la técnica es utilizada, brinda fuerza y efectividad para evitar procesos de corrosión y puede esconder muy efectivamente todas aquellas imperfecciones que puedan existir en la superficie. Se seca con mucha facilidad y luego de que se aplica, las piezas pueden ser esmaltadas, barnizadas o pintadas de acuerdo al gusto de la persona que la necesite.
La imprimación puede ser de color blanca para colores claros, negra cuando se quiere oscurecer el tono que tendrá el color al final, gris cuando los tonos no serán muy oscuros pero tampoco serán demasiado luminosos y, cuando se van a utilizar varios tonos de colores entonces, la imprimación deberá, idealmente, ser de color blanca o gris.
Expertos consideran que el origen de la imprimación data desde los siglos XVI y XVII y que tuvo sus orígenes en España. La introducción del uso de telas para las pinturas hizo que muchos artistas buscaran formas novedosas de poder proteger las superficies donde realizarían sus obras. A mediados del siglo XVI, se empezó a buscar medios que permitieran una buena preparación de los lienzos y de esta manera se originó la imprimación como una capa que estaría en contacto directo con la pintura y que además, permitía que los dibujos tuvieran mejores grados de color.
La imprimación es un método que tiene diferentes usos. Básicamente este es un proceso que sirve para poder preparar las superficies antes de que éstas sean pintadas, ya sea porque se necesita realizar algún tipo de reparación o porque el material, antes de ser pintado, necesita ser tratado. En el caso de ser aplicado sobre una superficie de madera, sirve para poder sellar toda la pieza con el objetivo de que la pintura pueda llegar a adherirse de una mejor manera. Cuando es utilizada en piezas de madera, ayuda a evitar que éstas se oxiden o que la corrosión las dañe. En el hormigón o el yeso, por ejemplo, la imprimación es un excelente medio para ayudar a prevenir las manchas y el moho puesto que funciona muy bien para prevenir y proteger las superficies de las humedades.
Existen varios tipos de imprimación, cada una de ellas cuenta con funciones diferentes y por esta razón no son iguales. Se debe de estudiar muy bien la superficie donde se va a colocar la pintura para determinar el tipo de imprimación necesario. Estos tipos son:
Los principales métodos para poder realizar el proceso de imprimación son los siguientes:
Para realizar el proceso de imprimación lo primero que se deberá de hacer es reparar la pared en caso de que ésta se encuentre o presente algún tipo de daño. Todos los restos de pintura o de trozos de papel que se aún adherido a la superficie, o en caso de que existan retos de revestimiento, éstos también deberán de ser removidos. Posteriormente se debe proceder a limpiar la pared muy bien. Una vez limpia, la primera capa de imprimación será colocada utilizando un rodillo y se debe dejar que seque muy bien siguiendo preferiblemente las indicaciones del fabricante. Finalmente, se coloca una mano de pintura con una brocha o con un rodillo dependiendo de la extensión de la superficie.
La imprimación es un proceso que básicamente se puede llegar a aplicar sobre cualquier tipo de superficie que necesite recibir capas de pintura. Sin embargo los más comunes son la madera, el hormigón, yeso, los azulejos de cerámica, el PVC y los metales, como por ejemplo en el caso del aluminio.
Esta técnica es de suma importancia en el arte pues es por medio de ella que se pueden obtener resultados profesionales. Ayuda a sellas las pinturas, a dar un acabado que tiene mayor suavidad y es además, más parejo y da la seguridad de que existe una mejor adhesión entre la capa superior y la superficies que está siendo pintada.
Briceño V., Gabriela. (2020). Imprimación. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/imprimacion/