En al campo de la química se pueden encontrar muchas ramas importantes que estudian los compuestos y las sustancias. Entre estas ramas encontramos la química orgánica, una ciencia que se encarga de estudiar las diferentes estructuras, propiedad y reactivada de los compuestos, principalmente de aquellos que están formados por carbono y por hidrógeno. Este fenómeno es conocido con el nombre de isomería y, las sustancias que forman parte de él se conocen con el nombre de isómeros.
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Los isómeros son un tipo de molécula química que tiene una misma estructura molecular pero que al mismo tiempo poseen diferente disposición en los átomos que se encuentran ubicados en el espacio.
Los isómeros son sustancias que forman parte de un compuesto químico que, a pesar de que tienen una fórmula molecular idéntica, tienen una gran variedad de diferencias en cuanto a la estructura o en cuando a la configuración espacial, además, pueden también presentar diferencias en sus propiedades químicas y físicas.
Las principales características de los isómeros son las siguientes:
La historia de los isómeros viene de la mano con la isomería y ésta surgió durante la primera mitad del siglo XIX cuando los científicos se dieron cuenta y pudieron demostrar que las sustancias químicas tenían propiedades que no dependían completa y únicamente de su composición, sino que también era importante la disposición de los átomos dentro de la molécula.
Los primeros isómeros que pudieron ser identificados por los químicos y científicos fueron el fulminato de plata y el cianato de plata. Los químicos se encargaron de enviar el trabajo e informa a una revista científica, la cual era dirigida por Gay-Lussac. Cuando fueron estudiados, se logró determinar que las fórmulas que tenían las moléculas era exactamente igual (AgCNO) pero al mismo tiempo notaron que la forma en la que se encontraban los átomos era diferente.
En 1828, sucedió uno de los hechos más importantes de la historia de la química orgánica cuando Wöhler logró sintetizar urea y con esto probó que los compuestos orgánicos se podían sintetizar adecuadamente dentro de un laboratorio. En el año 1830, Berzelius logró observar que, cuando se obtenía ácido tartárico se podían producir dos formas diferentes con la misma composición y fue de esta manera como se formuló por primera vez en el mundo una definición de isomería.
Existen varios tipos de isómeros y pueden ser calificados de dos formas distintas las cuales a continuación se explican.
Este tipo de isómero se diferencian por la manera en la que logran mantener y unir los átomos y existen tres diferentes tipos.
Estereoisómeros
Este tipo de isómero presenta una fórmula molecular igual a la cuadrícula, tienen una secuencia de átomos enlazados idéntica, incluyendo los enlaces de los átomos, sin embargo, son diferentes en cuanto a la orientación tridimensional de los mismos en el espacio. Existen varios tipos diferentes de ellos.
Entre las propiedades físicas y químicas de los isómeros se mencionan los siguientes:
Uno de sus posibles usos que tienen los isómeros es para lograr encontrar y exhibir los diferentes tipos de comportamientos quimo dinámicos y las posibles toxicidades que se pueden encontrar en la química de la contaminación del aire. También sirven para crear medicinas, las cuales poseen en la actualidad un mayor y mejor rango de seguridad y de efectividad.
La principal importancia de los isómeros radica principalmente en el campo de la farmacología clínica o farmacoterapia ya que este tipo de compuestos son diferentes en cuanto a sus propiedades farmacocinéticas y dinámicas lo que les da una serie de beneficios importantes. Los isómeros han ayudado a evolucionar la creación de nuevos medicamentos y a producir medicinas que sean más seguras para el consumo humano y al mismo tiempo que sean también más eficaces.
Algunos ejemplos de isómeros son los siguientes:
Briceño V., Gabriela. (2020). Isómeros. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/isomeros/