Leona Vicario es considerada como una heroína de la independencia de México. Su nombre completo es Leona Vicario Fernández de San Salvador y fue esposa del famoso escritor y político Andrés Quintana Roo y dedicó su vida a darle apoyo al proceso de la independencia. El Congreso mexicano le otorgó el nombre de La más Dulce Madre de la Nación Meritoria. Su nombre completo está inscrito en el Muro de Honor en el Palacio Legislativo San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados que se encuentra localizada en la Ciudad de México.
Información personal
Leona Vicario fue una de las mujeres que obtuvo mayor reconocimiento durante la guerra del Estado mexicano para obtener la independencia mexicana. Fue una mujer muy fuerte e independiente, poetisa y periodista que logró infiltrarse en el gobierno del virreinato español.
Leona Vicario nació el 10 de abril de 1789 en la Ciudad de México, hija de padres muy adinerados tuvo la oportunidad de estudiar diferentes temas. Su padre era un comerciante proveniente de España y su madre era de una familia igualmente rica de San Salvador. Fue consentida por sus padres hasta los 18 años, cuando ambos murieron y la dejaron al cuidado de su tío, el abogado Agustín Fernández de San Salvador Pompous. En ese tiempo Leona ya había logrado adquirir una buena educación y había aprendido ciencias, arte, pintura, canto y literatura. Era una mujer muy atractiva, adinerada y educada. Su tío decidió dar a su sobrina en matrimonio a otro abogado llamado Octavian Obregón; pese a esta situación, Leona estaba enamorada de Andrés Leone Quintana Roo, un estudiante de derecho quien era vecino de Yucatán. Andrés pidió la mano para casarse con Leona, pero su tío se negó y los obligó a tomar caminos diferentes. Leona se salvó de casarse con Obregón cuando éste fue llamado a España antes de que el matrimonio se diera.
Fue una de las primeras personas que conspiró en la lucha de México por la Independencia, probablemente influenciada por su amigo, Andrés Quintana Roo. Antes de que la Revolución iniciara ya era miembro del grupo secreto conocido como los Guadalupes, cuyos miembros se preparaban en secreto para lo que sabían que sería una ardua lucha por la independencia de España. En 1812, Leona vendió las joyas que le habían dado de herencia y algunas propiedades para poder pagar la fabricación de cañones y por un suministro de municiones. En marzo de 1813, una de sus cartas secretas fue interceptada y Leona Vicario huyó de la ciudad de México para poder salvar su vida. Leona fue interrogada y enfrentada con pruebas que la incriminaban en los delitos de traición; a pesar de esto, Leona Vicario nunca reveló los nombres de sus contactos, asociados, sus planes o sus ubicaciones. La Junta de Inquisición confiscó todas sus propiedades personales y la condenó a prisión. Fue encarcelada en el convento de Belén de las Mochas.
En mayo de 1813, después de pasar varios meses en prisión, recibió la visita de tres oficiales coloniales. Estos hombres en realidad eran amigos que habían llegado a ayudarla a escapar. Su salida clandestina de la Ciudad de México estuvo en todo momento rodeada de drama e intriga. Para poder huir tuvo que disfrazarse como una mujer negra, y una vez disfrazada huyó en un burro. Una vez que se encontraban en el pueblo de Tlapujaha, en Michoacán, la llevaron a la casa de un amigo. Cuando dobló la esquina hacia la sala principal, se encontró con el hombre que amaba, Andrés Quintana Roo. Tiempo después, lograron contraer matrimonio y juntos lucharon por la independencia de México.
Luego de que José María Morelos y el Padre Hidalgo fueron capturados y ejecutados, le ofrecieron perdón a Leona y a su esposo, el cual rechazaron. Vivieron su vida como delincuentes revolucionarios y se vieron obligados a vivir en la clandestinidad y en circunstancias muy precarias. En 1817, Leona y Andrés tuvieron su primera hija, el 14 de marzo de 1818, la pareja junto con su hija fueron capturados por las tropas realistas. Para no poder en riesgo la vida de su hija, Leona aceptó el perdón que antes había rechazado. El matrimonio tuvo una segunda hija a quien llamaron Dolores. Dolores murió en 1842 cuando tenía 53 años y sus restos han sido enterrados varias veces. Ella y su esposa fueron enterrados juntos en la Columna de la Independencia en la Ciudad de México. En el año 2010, los restos de Leona Vicario se exhibieron temporalmente en el Castillo de Chapultepec y luego se llevaron al Palacio Nacional y se colocaron en la Galería Nacional. Ella es la única mujer que ha recibido un Funeral del Estado Mexicano.
Leona Vicario se dedicó a dar información importante a los insurgentes sobre los diferentes movimientos que les pudieran ser útiles que ocurrían en la capital. Luchó sin detener por lograr la independencia de su país
Briceño V., Gabriela. (2018). Leona Vicario. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/leona-vicario/