Entre los críticos de la Iglesia Católica Romana en un país donde la mayoría de los ciudadanos son católicos nominales, los cargos en contra que se escuchan con mayor frecuencia están relacionados con la mundanalidad y la hipocresía. Los anticlericales señalan la riqueza de la Iglesia y la renuencia de la misma a usar esa riqueza para aliviar los sufrimientos de los pobres, y los sacerdotes que aconsejan la castidad mientras dirigen decididamente actos impuros. Esto nos lleva a Melchor Ocampo, un estadista mexicano del siglo XIX que combinó los roles de líder político y científico y que atacó furiosamente la posición privilegiada que tenía la Iglesia.
Información personal
Fue el líder de la generación de liberales que terminó con la era de los santos además de haber sido el coautor de las Leyes de la Reforma. Gran defensor de la separación que debía de existir entre la Iglesia y el Estado.
Melchor Ocampo llegó a ser gobernador cuando se dio la invasión estadounidense en el año 1846, organizó un grupo de guerrillas y se negó a firmar el tratado de paz por medio del cual México hubiese perdido prácticamente la mitad de su territorio. Se destacó por ser un político que defendía la causa liberal y participó de forma directa en la elaboración de las Leyes de la Reforma. Formó también parte del Congreso Constituyente donde fue parte de la comisión encargada de redactar la Constitución del año 1857.
Melchor Ocampo nació el 5 de Enero de 1814 en la Hacienda del Pateo, un lugar localizado en el Valle de Maravatío, Michoacán. Cuando niño, fue educado por Francisca Javiera Tapia, quien fue a su vez su madre adoptiva. Fue por medio de ella que logró realizar estudios hasta alcanzar el título de licenciado en derecho. Al morir doña Francisca, heredó los bienes familiares, por lo que fue capaz de dedicarse a sus estudios de filosofía, botánica y lexicografía. Se dedicaba a realizar investigaciones científicas, fue además naturalista, filósofo, maestro, literato, economista y estadista.
Realizó sus primero estudios en el seminario católico de Morelia, Michoacán, y luego estudió Leyes en el Colegio Seminario de México graduándose como abogado. Inició a trabajar en un estudio jurídico en 1833, y en 1840 viajó a Francia, lugar en donde fue influenciado por las ideas liberales y anticlericales que tenía la Ilustración. Tiempo después regresó a México a practicar su profesión, aunque se dedicó completamente en ese tiempo al estudio de la botánica, fauna y agricultura local. Melchor Ocampo además fue un estadista y un político que desarrolló una importante obra como hombre de estado.
Un comando que era dirigido por Lindoro Cajigas apareció en Pomoca y se llevó prisionero a Melchor Ocampo. Luego lo trasladaron a pie a Tepeji del Río, entregándolo a Zuloaga y Márquez. Fue fusilado el 3 de junio de 1861 a pesar de los ruegos de muchas personas influyentes de la capital, incluyendo el ministro francés.
Luego de que la revolución de Ayutla triunfara fue nombrado por el presidente Álvarez como el jefe de su gabinete y secretario de Estado pero renunció por no estar de acuerdo con la política del secretario de Guerra, Comonfort. Fue diputado de Michoacán en dos ocasiones, primer ministro del gabinete del presidente Benito Juárez, senador de la república por el mismo estado, ministro de hacienda del presidente José Joaquín Herrera, ministro de relaciones exteriores de Juan Álvarez y diputado constituyente en el año 1857.
Participó en la creación de la ley sobre las reformas del arancel de obtenciones parroquiales junto con Benito Juárez como presidente y Miguel Lerdo De Tejada como ministro de hacienda. Lograron que se nacionalizaran los bienes del clero, creando una independencia entre el estado y la iglesia y perfeccionando las leyes del matrimonio civil, el registro civil, la secularización de los cementerios y la ley sobre la libertad de cultos.
También fue parte de la redacción de las leyes civiles que serían las responsables de dar sentido a la política liberal y que al final terminarían reformando la Constitución de 1857 para independizar los negocios civiles y políticos con respecto a los eclesiásticos. El 14 de diciembre de 1859 por órdenes de Juárez, firmó el controvertido Tratado McLane-Ocampo con los Estados Unidos, por medio del cual México le daba a perpetuidad el derecho de tránsito al ejército y mercancías de los Estados Unidos por algunas partes del territorio mexicano.
Melchor Ocampo pensaba que la educación debía de cimentarse en los postulados básicos que tenía el liberalismo, en la democracia y en el gobierno de la mayoría. Creía además en la tolerancia, en la igualdad que tenían todos los ciudadanos ante la ley, en el respeto a la autoridad civil y en la supresión de los privilegios. Además, consideraba la necesidad de separar a la iglesia católica del gobierno y el Estado.
Sus biógrafos lo recuerdan como un hombre cortés, tranquilo, benévolo, indulgente y resignado con todas las cosas; menos en sus ideas políticas con las cuales era intransigente. Fue un apasionado de la libertad que siempre se encontró luchando por esta causa.
A pesar de que no se cuenta por parte de los historiadores de una descripción exacta de Melchor Ocampo, algunos lo describen como un hombre alto, delgado, de facciones duras, con cabello lacio negro igual que sus ojos.
Tuvo una relación con Ana María Escobar quien había sido la nana y figura maternal de Ocampo, y quien le dio la noticia de estar esperando una hija suya. Cuando la niña nació fue enviada a un internado y así se desarrolló la vida de la hija de Melchor Ocampo, quien se llamaba Josefa. Tiempo después, decidió llevarla con él y desde ese momento fue quien le dio color a su vida. Tuvo tres hijas más llamadas Petra, Julia y Lucila pero no se conoce la identidad de la madre.
Melchor Ocampo fue uno de los redactores de las Leyes de Reforma, con las que se logra separar la Iglesia del Estado. Uno de sus principales aportes fue el legado que promulgaba el decreto instituyendo el matrimonio civil en México, ley que se conoció con el nombre de Ley Ocampo. Además, fue uno de los precursores del Estado moderno por medio de las leyes y decretos con los cuales logró separar la iglesia del Estado en la nación mexicana.
Algunas de sus frases más reconocidas fueron las siguientes:
En honor a Melchor Ocampo, su estado natal se conoce con el nombre de Michoacán de Ocampo, como la ciudad Maravatío de Ocampo. El teatro que está localizado en la capital del estado, Teatro Ocampo de Morelia, también lleva su nombre. En el Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo de Morelia, ubicado en Michoacán, se puede encontrar un aula especial en la que están una serie de objetos que le pertenecieron, así como su biblioteca privada.
Briceño V., Gabriela. (2018). Melchor Ocampo. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/melchor-ocampo/