SociologíaMicromachismo
En el siglo XXI, luego de varios acontecimientos históricos que han reivindicado la figura de la mujer en la sociedad, los comportamientos machistas resultan evidentes y son claramente cuestionados por quienes creen en la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. Sin embargo, aún hoy en día, parece que el machismo ha dejado sus huellas en nuestra educación y existen ciertas actitudes interiorizadas que sutilmente dejan al descubierto la creencia del dominio del hombre sobre la mujer. Es allí cuando se habla de micromachismo. De este modo, ningún espacio de la vida cotidiana está exento de machismo. Es un comportamiento tan bien instalado en nuestra cultura que se transmite una y otra vez de forma inconsciente. Las mujeres se ven confrontadas cada día a insinuaciones y actitudes discriminatorias que aunque son por lo general desapercibidas, pero que constituyen una forma de violencia de género.
¿Qué es el micromachismo?
El micromachismo es una práctica sutil y considerada socialmente inofensiva, de violencia de género. Se trata de una serie de actitudes y comportamientos que ya forman parte de la vida cotidiana y son así, considerados normales aun cuando, de manera enmascarada, marginalizan a la mujer y refuerzan el dominio del hombre sobre ella.
Origen del micromachismo
El término micromachismo es acuñado por Luis Bonino, un psicoterapeuta argentino de larga trayectoria, que se ha especializado en los problemas sociales de género y se ha dedicado a promover la igualdad entre hombres y mujeres. El sufijo “micro” es tomado de Foucault para aludir a algo poco evidente, casi imperceptible.
Tipos del micromachismo
- Micromachismo utilitario: dentro de esta categoría se designan ciertas actitudes de control que hacen que la mujer tenga una sobrecarga de trabajo en las actividades domésticas ya que el hombre no asume de forma igualitaria sus responsabilidades en el hogar y/o en el cuidado de otras personas como hijos, personas enfermas o mayores. El resultado es que la mujer se ve obligada a realizar un gran esfuerzo físico y emocional que le resta vitalidad. En cambio, el hombre tiene más tiempo para sus proyectos personales y profesionales a expensas de su compañera. Este micromachismo, se evidencia en frases como “¿Quieres que te ayude a fregar los platos?”, cuando en realidad no es una ayuda, sino una forma de participar de forma igualitaria en las tareas domésticas.
- Micromachismo encubierto o indirecto: este tipo de micromachismo se refiere a aquellas actuaciones por parte del hombre que de forma intencional o no, suprimen los espacios de intimidad con la mujer con el fin de dominar la relación. El hombre actúa de forma distante y contradictoria, se muestra como una persona ocupada, imponiendo de este modo, cuáles son las reglas de la relación. La mujer, confundida, con sentimientos de culpa y con poca autoestima, cede ante sus deseos.
- Micromachismo de crisis: esta categoría de micromachismo hace referencia a aquellas situaciones en las que la mujer experimenta cambios que aumentan su poder personal o en el que el hombre pierde su poder en el ámbito laboral o en el plano físico. El hombre se vale de ciertas estrategias de control con el fin de recuperar su poder y restablecer el orden preestablecido.
- Micromachismo coercitivo o directo: este tipo de micromachismo busca hacer creer a la mujer de que sus razones no son válidas a través de la fuerza física, de estrategias interpersonales o del poder económico. El objetivo del hombre en este caso, es que la mujer se sienta derrotada y pierda confianza en sí misma y en sus propias decisiones. El hombre puede por ejemplo, ejercer control sobre el dinero o insistir para imponer los espacios de intimidad.
Ejemplos
- En la vida cotidiana: un ejemplo de micromachismo puede observarse en el lanzamiento de unos bodies para bebés que hizo El Corte Inglés Hipercor en el año 2014. Las camisetas de los varones decían “Inteligente como papá” mientras que las de las hembras mostraban el mensaje “Bonita como mamá”. A raíz de eso, la cadena de supermercados recibió numerosas críticas, por lo que decidieron retirar la mercancía.
- En el trabajo: un ejemplo de micromachismo en el ámbito laboral muchas tiene lugar durante algunas entrevistas de trabajo. Es común ver que a la mujer se le interroga si tiene hijos o si está soltera o casada cuando esto no se relaciona con sus competencias profesionales. Asimismo, en ocasiones, se da el caso de jefes o colegas de trabajo que invaden el espacio personal de las mujeres con quienes trabajan, tocándolas o acercándoseles demasiado.
- En el lenguaje: cuando en la escuela, se explican las reglas gramaticales a partir del masculino o cuando se privilegia el uso del pronombre personal “ellos” para referirse a un grupo de personas en los cuales hay más mujeres que hombres, nos encontramos frente a un ejemplo de micromachismo.
Escrito por Valentina Sancler