Nihilismo es la creencia de que todos los valores son infundados y que nada puede ser conocido o comunicado. A menudo se asocia con un pesimismo extremo y un escepticismo radical que condena la existencia. Un verdadero nihilista no creería en nada, no tiene lealtades, y no tiene otro propósito que, tal vez, un impulso de destruir. Es la negación de todo tipo de principio de religión, social o de aspecto político. El nihilismo es una de las pocas ramas de la filosofía que permite la posibilidad de la nada absoluta, esto lo hace por medio de tres suposiciones: que hay un número finito de objetos en el mundo; que cada uno de estos objetos es contingente y que los objetos son independientes, entonces surge el "argumento de la resta" que nos dice que cada objeto puede ser sustraído del mundo, uno por uno, hasta que se convierte en nada.
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Es la posición filosófica que sostiene que el ser, especialmente la existencia humana pasada y presente, carece de significado objetivo, propósito, verdad o valor esencial. Afirma que no hay pruebas razonables de la existencia de un creador superior, que no existe una moralidad verdadera y que la ética secular objetiva es imposible.
Las características más importantes que el nihilismo presenta son las siguientes:
El Nihilismo surgió durante el siglo XIX y la primera persona en utilizar el término fue el filósofo alemán Friedrich Jacobi, quien utilizó la palabra para realizar una serie de criticas sobre la filosofía idealista de Johann Gottlieb Fichte. Jacobi aseguraba que, en su filosofía, Fichte le daba tal importancia y absolutismo al ego, al Yo, que en su extremo subjetivismo negaba la existencia o trascendencia de un Dios. En 1862, el escritor ruso Iván Turguénev popularizó el término para describir a uno de sus personajes de su novela: Bazárov, quien se declara nihilista y su punto de vista choca frecuentemente con el del resto de los personajes. Kierkegaard fue el siguiente precursor del nihilismo, aunque establecía que existía un estado que se debía evitar en el cual se suprimía la individualidad de tal manera que la unicidad quedaba relegada y era declarada como no existente y no se podía de esta manera afirmar la existencia significativa de algo.
Durante el siglo XX el filósofo alemán Martin Heidegger estudió a profundidad el Nihilismo como una corriente en la cual no queda nada del ser en sí. La corriente fue muy explorada en la segunda mitad del siglo XX por filósofos como Jacques Derrida, Jean-Francois Lyotard, Jean Baudrillard entre otros. Vale la pena mencionar que el Nihilismo surgió como movimiento social en Rusia de 1860, cuando la población inconforme con la situación del país se reveló contra las autoridades.
Sus principales representantes fueron:
La importancia de Nietzsche y el nihilismo fue de gran importancia porque anunció, el panorama histórico y cultural de los siglos XX y XXI. De este punto partimos para decir que ha sido importante para toda la filosofía contemporánea, las cuales fueron influenciadas por su pensamiento. La filosofía del arte, de la historia, política, la metafísica, la antropología filosófica, la ética e incluso la filosofía de la ciencia, han reflexionado en torno a los grandes problemas enunciados por Nietzsche, fundamentalmente asociados a las radicales consecuencias culturales de la significación de la frase «Dios ha muerto».
Algunos ejemplos que podemos observar en la vida cotidiana son:
Entre las frases más conocidas podemos mencionar las siguientes:
Briceño V., Gabriela. (2018). Nihilismo. Recuperado el 22 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/nihilismo/