Las parábolas derivan del idioma griego “parabolé” el cual ser refiere a una comparación. Es un relato corto sobre una historia narrado de forma muy sencilla, que puede ser real o también puede ser inventada pero no es fantasiosa. Las parábolas bíblicas, como el caso de la parábola de la oveja perdida, narra una historia hecha por Jesús en donde compara y muestra una enseñanza de tipo espiritual.
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La parábola de la oveja perdida es uno de los relatos más tiernos y conmovedores que se encuentra en los evangelios de la Biblia que tiene dos versiones, una dirigida a los discípulos de Jesús y otra que era dirigida a los fariseos y a los escribas.
La parábola de la oveja perdida dice de la siguiente manera:
Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
En cuanto a esta parábola, es importante mencionar que hubo dos versiones contadas por Jesús, la primera de ellas estaba dirigida a aquellas personas que rodeaban a Jesús, en otras palabras a sus discípulos, y una segunda versión que fuer dirigía a aquellos que se dedicaban a murmurar en contra de Jesús, en este caso los fariseos y los escribas. Con esto no se quiere decir que había dos parábolas diferentes, sino que, cada persona la interpretó desde su punto de vista.
La parábola consta en la historia de un hombre que tenía cien ovejas, pero pierde una. Cuando se dio cuenta de que una de sus ovejas se había perdido decide ir a buscarla. Luego de un rato, logra encontrar su oveja y siente mucha alegría por ella, incluso mucho más que por las noventa y nueve que no se habían perdido.
Los personajes que forman parte de esta parábola son los siguientes:
Esta parábola enseña principalmente a un Dios de perdón y de misericordia, un Dios que siempre está listo y dispuesto en espera de que su oveja extraviada logre volver. En el evangelio de Lucas se puede leer que el hombre tomó a la oveja en sus brazos y la cargó y esto simboliza el amor que tiene Dios por los hombres. También nos enseña que Dios siempre está en búsqueda de todos los hombres para que éstos puedan volver a sus brazos.
Además, una de sus enseñanzas se basa en la búsqueda de las personas más “inmaduras” en la fe, por parte de aquellos que son más “maduros”. Con esto se da a entender que el trabajo pastoral es de todos. En el sacerdocio universal se establece que éste es ejercido precisamente cuando se va en busca de los más desamparados, de aquellos que son hasta cierto punto invisibles para la humanidad, para los pobres y para los descarriados.
Es común que muchas personas le den la principal importancia al pastor que fue en busca de su oveja, sin embargo, esto no es así. Cabe resaltar que en ningún lugar de la parábola se menciona la palabra pastor y esto de cierta forma fue intencional porque Jesús no pretendía asociar la parábola con el trabajo que hacen los pastores en las iglesias ni con los que se alejan. La verdad es que, el hombre que salió a buscarla y la oveja son una metáfora del reino de Dios.
La parte principal de la parábola es la que hace referencia a la alegría que sintió el hombre cuando encontró su oveja, y ésta es la verdadera enseñanza. Jesús presenta a un Dios que se alegra cuando sus ovejas vuelven a sus brazos, y por eso se alegra, por haber encontrado al perdido. Es importante además mencionar que, para Dios, todos los hombres forman parte de su rebaño, esto incluye escribas, creyentes, fariseos, prostitutas, etc.
Esta parábola la podemos encontrar en dos diferentes evangelios: en Lucas 15: 3-7 y en Mateo 18: 12-12.
La imagen del pastor con el rebaño fue un tema muy clásico dentro del Antiguo Testamento utilizado para indicar las relaciones que Dios tiene con su pueblo, y es ahí en donde encontramos la principal importancia de esta parábola que muestra el amor de Dios con aquellos que están perdidos en la vida, que se han alejado de su palabra. Es la representación de las acciones del ser humano para Dios, principalmente relacionadas con la búsqueda del pecador para poder luego reintegrarlo en su grupo. Además, muestra la alegría que siente Dios cada vez que un hombre que se ha alejado de él logra volver a su rebaño.
Briceño V., Gabriela. (2021). Parábola de la oveja perdida. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/parabola-de-la-oveja-perdida/