Un pasivo es un componente muy importante dentro de la estructura financiera que posee toda empresa, esto porque por medio del pasivo es que por lo general se logra hacer un financiamiento del capital de trabajo que todas las empresas necesitan para poder trabajar y funcionar, por lo que es de suma importancia que la empresa sepa cómo administrar de forma adecuada todos esos pasivos.
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El pasivo corriente de una empresa son los pasivos o deudas que una empresa deberá cancelar en un plazo de tiempo inferior o igual a un año, ya sean a largo plazo o a corto plazo, siendo éstos los más importantes de cancelar.
Los pasivos corrientes son todas aquellas obligaciones o compromisos de pago que la empresa necesita liquidar en el transcurso de un ciclo normal de explotación el cual por lo general no excede de un año. Son todas aquellas obligaciones de las cuales su vencimiento
Así mismo formarán parte del Pasivo Corriente las obligaciones cuyo vencimiento se espera que se produzca a corto plazo, así como los pasivos financieros clasificados como mantenidos para negociar, implica todas las obligaciones también que vencen a corto plazo.
El pasivo corriente envuelve entonces tanto los proveedores y otros acreedores como también a la deuda financiera que se debe cancelar a corto plazo. Tiene además varias características para poder ser clasificado como pasivo corriente, las más importantes de ellas son las siguientes:
Cuando nos referimos a las diferentes obligaciones que forman parte del pasivo corriente que tienen una determinada empresa solo nos debe interesar el hecho de que estas cuentas deberán de ser pagadas a corto plazo, sin tomar en cuenta la forma en la que fueron obtenidas o su origen o la manera en la que se han contraído todas esas obligaciones.
Para entender mejor la diferencia entre los pasivos corrientes y no corrientes, mencionamos sus características:
Pasivo corrientes o circulantes son una serie de obligaciones que están unidas y relacionadas con el ciclo normal de explotación que tiene una empresa que espera liquidar en el transcurso del mismo periodo, por ejemplo las deudas que haya adquirido con sus proveedores por la compra de mercancía, las cuales se ha comprometido a cancelar en el período de un año o a corto plazo. Incluye por ejemplo, las obligaciones a corto plazo, como las cuotas que se deban de cancelar por préstamos para la empresa.
Pasivos no corrientes o fijos son todos los demás pasivos que no se encuentran incluidos dentro de las características del pasivo corriente, esto quiere decir que exceden el plazo de un año, y además se reclasificarán en corrientes en la parte que corresponda al final de cada ejercicio.
En las cuentas de pasivo corriente tenemos los siguientes tipos de cuentas:
Su importancia radica en que todas las empresas necesitan del financiamiento para poder realizar sus actividades económicas y por lo general, éste se obtiene por medio de los pasivos corrientes ya sean a corto o largo plazo. Es importante que las empresas logran hacer una administración adecuada y una correcta clasificación para poder realizar una programación de pagos y evitar eventuales periodos de mora lo que los podría llevar a sufrir del cierre de los créditos y financiamientos para trabajar.
Los pasivos corrientes son entonces una fuente de dinero y de financiación que presentan un bajo costo financiero y por esta razón, deben de incluirse dentro del planeamiento y el presupuesto de las empresas de forma adecuada para que puedan ser correctamente administrados.
Son también una carta de crédito para las empresas, pues cuando se busca un crédito, es muy probable que las otras empresas quieran conocer los pasivos corrientes para poder tener una idea de la forma en la que la empresa maneja sus deudas a corto plazo.
Algunos ejemplos de los pasivos corrientes te los mencionamos a continuación:
Briceño V., Gabriela. (2018). Pasivo corriente. Recuperado el 25 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/pasivo-corriente/