Pío Baroja fue un hombre de carácter solitario y muy pesimista, características que aparecen en todo momento reflejadas en sus obras. Su concepción filosófica se vio influenciada grandemente por los pensamientos de Kant, Schopenhauer y Nietzsche. Arthur Shopenhauer se encargó de dejar sembrado en él un profundo anticristianismo, el cual siguió con fervencia y el cual fue un rasgo de su personalidad que mantuvo intocable hasta su muerte. No fue partidario de ninguna tendencia política y fue criticó con el socialismo y el fascismo. Fue un hombre solitario y ególatra. Fue muy pesimista con respecto al hombre y el mundo, para él, la vida era crueldad, ingratitud, y debilidad y para él, el hombre era en todo momento un ser egoísta, cruel y brutal. Su ideología sobre el hombre y el mundo se basaban en el pesimismo existencial.
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Pío Baroja fue un escritor solitario y pesimista. Influenciado grandemente por Kant, Schopenhauer y Nietzsche, profesó el anticristianismo. Gran crítico del socialismo y del fascismo, nunca siguió ningún tipo de tendencia política. Para él, todos los hombres eran crueles e ingratos.
Pío Baroja nació en la ciudad de San Sebastián y vivió, durante casi toda su vida, en Madrid. Allí, se dedicó a estudiar la carrera de medicina y se doctoró con una tesis sobre El dolor. Su ejercicio como médico fue breve, en un lugar conocido como Cestona. Luego de un tiempo decidió volver a Madrid donde entra en contacto con escritores como Azorín, Maeztu y es en este momento en el decidió entregarse a la literatura la cual fue su gran vocación. Publicó sus primeros libros y escritos en el año 1900 tras una serie de colaboraciones en diarios y revistas. Sigue una etapa de intensa labor que conjuga con viajes por España y Europa. En 1911 publica El árbol de la ciencia. Hasta entonces había publicado ya, además de cuentos, artículos y ensayos, diecisiete novelas que son consideradas como la parte más importante de toda su amplia producción. Su fama se consolida y su vida se consagra a escribir volviéndose cada vez más sedentaria. En 1935 ingresa en la Real Academia. Durante la Guerra Civil pasa a Francia, pero en 1940 se instala de nuevo en Madrid. Muere en 1955.
Para Pío Baroja la novela era una especie de caja en la que alcanzaba de todo, no necesita de un planteamiento previo para ser escrita, sino que era más importante la naturalidad con la que podía ser escrita por medio de la espontaneidad cuando se escribía. La verdad, es que sus obras sí tenían construcción narrativa y una línea estructural muy pequeña, aunque de manera muy sutil. Su técnica de narrativa sobre todo fue realista. Se enfocó en observar diferentes ambientes, situaciones de sus personajes dentro de la vida real, pero siempre vistos desde un punto de vista subjetivista lo que le llevó a tener un carácter impresionista. Sus protagonistas son sobrios y delineados, por lo general personas marginadas o que deben de enfrentarse a la sociedad, llenas de frustración. Sus obras están llenas de personajes secundarios con pocas características y que aparecen repentinamente. Largos pasajes narrativos con pocas descripciones del ambiente y lo narrado es lo que podemos encontrar en sus obras.
Pío Baroja ha sido el más importante novelista. Su influencia ha sido de suma importancia. Agrupa más de sesenta novelas y éstas fueron separadas en trilogías por él. La primera llamada Tierra Vasca caracteriza el estivo de novela de acción de Baroja. Narrada de manera animada y ágil, la vida del vasco Martín Zalacaín, sus aventuras como contrabandista, el antagonismo con Carlos Obando, el amor, la muerte trágica y el héroe popular que se creó a su alrededor. La segunda trilogía conocida como La lucha por la vida, es para muchos la mejor obra del escritor. La historia del joven Manuel que pasa por diferentes situaciones hasta llevarlo casi al borde de la delincuencia. Crítica a las clases bajas y a los estratos miserables de la sociedad que se vivía en ese tiempo en Madrid. Y la última de sus trilogías, La Raza, en donde destaca El árbol de la ciencia, La Dama Errante y La Ciudad de la Niebla. Además, escribió cuentos, novelas cortas, ensayos y biografías.
El Guadarrama, Prólogo un poco fantástico, Canción de los Artríticos, Discurso del poeta Causac y Elogio sentimental del acordeón son algunos de sus poemas más famosos y aclamados.
Briceño V., Gabriela. (2017). Pío Baroja. Recuperado el 22 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/pio-baroja/