LiteraturaProsopografía
La prosopografía es uno de los recursos literarios retóricos más relevantes, ya que se encarga de detallar el aspecto de los individuos o animales en una obra literaria.
¿Qué es la prosopografía?
La prosopografía es mayormente reconocida por ser un recurso literario retórico que se fundamenta en la descripción específica de características superficiales y exteriores de alguna persona o animal, en el ámbito literario, la prosopografía se inicia como uno de los principios de la narrativa, con el cual se puede señalar todo aquello que es evidente tales como: talla, tono de la piel, color de ojos, atuendo, entre otras.
Definición de prosopografía
Etimológicamente el termino proviene del griego πρόσωπον que se pronuncia prósopon que se traduce como aspecto y grafia que significa descripción o escritura, este recurso se utiliza para describir detalladamente la representación de algunos rasgos físicos y rasgos externos de algo o alguien.
También se le puede llamar eficción, siendo esta uno de los recursos más utilizados en la literatura, ya que de esta manera los personajes de las historias llegan a la vida de manera que atrapan al lector.
Sin embargo, también se puede considerar como una figura de pensamiento que pertenece al grupo de las figuras literarias descriptivas.
Antónimo
El opuesto del término prosopografía es la siguiente:
- La etopeya: se trata de la descripción de las características psicológicas, morales, espirituales y emocionales de un individuo o, interpretándolo desde la literatura, de un personaje.
Características de la prosopografía
Algunas de las características más relevantes de la prosopografía son las siguientes:
- Es un recurso literario retórico.
- Describe e investiga el aspecto, la complexión y las características superficiales de seres humanos o animales.
- Su opuesto es la etopeya, ya que esta es una descripción de los procesos psíquicos y no los físicos.
- En la antigüedad la prosopografía era considerada una disciplina.
- En la actualidad se determina que es un método histórico de investigación, ya que gracias a esta se pudieron evaluar muchas biografías de individuos de la época.
- Se tiende a confundir con la narración descriptiva.
Para qué sirve
Acerca de este recurso literario, podemos agregar que actúa de manera descriptiva para detallar rasgos muy específicos sobre animales o personas. Así mismo, este apoya la idea de definir todas las cualidades que puede tener algún individuo, en la literatura esto es sumamente relevante, ya que los personajes pueden ser descritos cabalmente para que los lectores logren percibir aún más lo narrado.
Ejemplos de prosopografía
- Lleva por nombre Ana María y es hermosa, su cabello es negro como la noche, sus ojos el azul de un claro cielo celeste, sus labios rojos como las rosas, su piel blanca como la nieve y una mirada angelical.
- Su nombre es Ruperto, un hombre robusto de gran estatura con una barba muy elegante, grandes ojos negros intensos, un cutis envejecido pero con una mirada fuerte e impenetrable.
- Una risa embriagadora, una doble fila de dientes color marfil, una cara muy sobria y una cabeza calva. Sin corbata alguna, pero de trajecito humedecido por el gran chapuzón que en el cauce del rio se dio.
- Los celestes ojos que adornaban su mirada, sus largas pestañas y finas cejas le enmarcaban el rostro.
- La cara del muchacho era un poco extraña, no era muy agraciado en belleza, de aspecto delgado y un poco bajo de estatura, el cabello totalmente desordenado y con un aire descuidado.
- Era una niña muy pequeña pero con una personalidad avasallante, de grandes ojos y cabellos dorados con las mejillas rosadas y unos ojos zafiro centellantes que hablaban al mirarte.
- Rosita tenía el cabello corto y rizado con algo de frizz, de piel morena, con rejas gachas y un poco regordeta, aunque su vestimenta siempre era elegante parecía no ser digna de ataviarse de aquellas ropas sofisticadas, ya que ninguna a su apariencia resaltaba.
- Aun ahora, con su elevada estatura, barba rizosa y bien cortada, los ojos animados y brillantes y el cutis sin arrugas, sería aceptado por muchas mujeres.
- Los ojos verdes, rasgados; las pestañas luengas; las cejas delgadas y alzadas; la nariz mediana; la boca pequeña; los dientes menudos y blancos; los labios, colorados y grosezuelos; el pecho alto.
- Su cara casi perfectamente redonda, una cara parecida a la de una muñeca china tallada en madera: tenía la nariz ancha y chata; sus ojos eran rasgados e inclinados, semejantes a las hojas del bambú.
- Zacharías Bergstrom, un chico de piel tostada como girasol, tan alto que no sabría distinguir su estatura, con unos ojos grisáceos gélidos y de contextura fornida.
- Ella tenía el cabello rubio, sus mejillas siempre estaban teñidas de carmín, en sus ojos se apreciaban unos zafiros centellantes en forma de iris que le dejaban saber al mundo lo segura que era de sí.
Escrito por Grecia Calderón