Rigoberta Menchu Tum, una importante y reconocida activista guatemalteca de los derechos de los nativos y ganadora del Premio Nobel de la Paz de 1992 que saltó a la fama en el año 1982 cuando fue objeto de una autobiografía escrita por un autor oculto, "Yo, Rigoberta Menchu". En ese momento, ella era una activista que vivía en México porque Guatemala era muy peligrosa para los críticos abiertos del gobierno. El libro la impulsó a la fama internacional a pesar de las alegaciones posteriores de que gran parte de lo que se decía en él era exagerado, inexacto o incluso inventado. Ella ha mantenido un alto perfil, y ha seguido trabajando por los derechos de los nativos en todo el mundo.
Información personal
Es una activista en pro de los derechos de los indígenas quien es originaria de Guatemala y quien ha sido reconocida a nivel mundial con un Premio Nobel de la Paz por su lucha incansable en defender los derechos de los nativos alrededor del mundo.
Rigoberta Menchú nació un 9 de enero de 1959 en Guatemala, fue hija de Vicente Menchú y Juana Tum, y nació dentro de una gran familia campesina perteneciente a la etnia maya-quiché, cuyos ancestros fueron los responsables de forjar la resplandeciente civilización de los mayas. Cuando tenía solo cinco años empezó a trabajar junto con sus padres en las grandes fincas y durante su adolescencia, trabajó durante dos años en la capital guatemalteca como empleada doméstica. Tanto su infancia como su juventud se vieron siempre marcadas por la pobreza, la discriminación racial y la represión con la que las clases altas de Guatemala buscaban gobernar en la justicia social de los campesinos.
Muchos de sus familiares incluso fueron torturados bajo el gobierno militar de Fernando Romeo Lucas García (1978-1982), y muchos de ellos fueron asesinados por los militares o por la policía que era parte de los «escuadrones de la muerte», incluyendo a su hermano de tan solo 16 años y a su madre.
Rigoberta Menchú empezó a hacer una campaña pacífica para denunciar el régimen guatemalteco y la violación de los derechos humanos de los campesinos indígenas personificando el sufrimiento de su pueblo con dignidad e inteligencia, y además denunció la situación de la mujer indígena en todo Hispanoamérica.
Para poder salir de la represión se exilió en México, lugar en donde en el año 1983 se publicó su autobiografía, titulada Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia. Por medio de su libro, la activista relató su historia personal y la de su comunidad indígena a Elizabeth Burgos, una antropóloga y contó también muchos aspectos reveladores sobre las costumbres y tradiciones que eran practicadas por los quichés.
El 10 de diciembre del año 1992, el nombre de Guatemala creció gracias a la entrega de los Premios Nobel de la Paz, que fue entregado en este caso a la guatemalteca Rigoberta Menchú Tum por defender los derechos de los pueblos indígenas del mundo. Cabe mencionar que a pesar de vivir en una era moderna, Guatemala estuvo sumida en problemas sociales, políticos y económicos; dictaduras, tiranías y procesos gubernamentales equivocados y ocultos, y en un conflicto armado interno que duró más de treinta años. Pero en medio de tanta adversidad, el país tuvo la satisfacción de que una de sus habitantes lograra poner en alto el nombre de la Patria.
El Premio Nobel de la Paz fue otorgado a Rigoberta Menchú en un momento favorecido por la celebración del V Centenario de la llegada de Cristóbal Colón a América, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y la idea que tenían las Naciones Unidas de declarar el año 1993 como el «Año de los Pueblos Indígenas”. Muchos de los analistas encargados de otorgar este importante premio opinaron que las anteriores razones pesaron en la entrega del Premio Nobel de la Paz, a una mujer que había nacido en un hogar pobre, y que además había sido hija de un catequista muerto en la embajada de España en 1980 y de una comadrona que ejerció desde los 16 años, hasta que fue asesinada a los 53
Su decisión de lanzar su candidatura presidencial para las elecciones del 9 de septiembre del 2007 en Guatemala hizo que el panorama político diera un giro importante. Aunque las encuestas la ubicaron en cuarto lugar tuvo grandes posibilidades de ascender y de haber ganado hubiera tenido que enfrentar los desafíos de reducir la pobreza, combatir el crimen organizado y el narcotráfico y avanzar en políticas de inclusión de los pueblos indígenas, en el contexto de un Estado débil y un sistema político fragmentado.
Su pensamiento radica en la importancia de la inclusión en el estado, donde haya espacio para todos y para los indígenas y en donde impere la equidad. Considera que la cultura es poder y que la diversidad que tiene su pueblo es muy importante, sobre todo la filosofía de su ancestral cultura, la postura espiritual y la material que deben estar en equilibrio. Defiende ante todos los derechos humanos, la paz, la convivencia, la educación para todos y el diálogo.
Su personalidad se basa en el valor de su lucha personal. Una mujer sumamente sencilla, india y campesina, proveniente de una familia humilde y con poca formación académica, alcanza a ser reconocida internacionalmente por su trabajo inclinado hacia sus ideales de paz y de justicia. Una mujer fuerte que se sobrepuso a muchas tragedias familiares incluyendo la muerte de sus padres, ha sido una denunciante de las violaciones de los derechos humanos.
Rigoberta Menchú es una mujer que posee los rasgos evidentes de sus antepasados indígenas en su constitución física. De rostro ancho, mentón grueso y con un poco de sobrepeso, es de piel morena, con ojos pequeños negros al igual que su cabello. Utiliza por lo general ropa que representa su cultura, un turbante y muchos colores. Su cuello es bastante corto, su nariz un poco chata y sus orejas grandes de donde cuelgan siempre un par de pendientes. Una mujer fuerte y determinada, luchadora y abnegada.
Los padres de Rigoberta Menchú fueron asesinados años atrás en su lucha por la libertad, al igual que uno de sus hermanos. Dos de sus hermanas ingresaron a la guerrilla. En marzo del año 1995 se casó con Ángel Canil Grave, un indígena quiché, que en la década de 1980 sufrió los embates de la táctica contrainsurgente de tierra que fue lanzada por el Ejército de Guatemala.
Rigoberta Menchú ha sido de gran importancia para el mundo en general por su lucha en pro de la paz, la dignidad y la mujer. Su lucha por la reivindicación de los pueblos indígenas y de los campesinos le ha dado un reconocimiento mundial. Su lucha buscando la justicia social y la reconciliación basado en el respeto a los derechos de los indígenas ha reivindicado los derechos que una vez fueron negados a estos pueblos así como sus denuncias en contra de los europeos cuando llegaron al continente americano. Su lucha para la construcción de una ética de paz mundial es sumamente importante pues incluye la diversidad étnica, política y cultural de los pueblos.
Algunos de los reconocimientos que le han sido otorgados a Rigoberta Menchú han sido:
Son muchas las frases que calan profundo mencionadas por Rigoberta Menchú, algunas de ellas son:
Briceño V., Gabriela. (2018). Rigoberta Menchú. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/rigoberta-menchu/