En la historia de la iglesia cristiana existen personajes representativos que han servido de ejemplo por la vida honrada que han llevado así como por su producción en el estudio del cristianismo y su filosofía moral. San Agustín de Hipona es uno de estos grandes personajes del cristianismo, reconocido por las iglesias católicas, ortodoxas, protestantes y de oriente como el “Doctor de la Gracia” o “Doctor de la Iglesia Cristiana” gracias a sus valiosos aportes en la filosofía y la teología.
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San Agustín de Hipona fue el pensador más destacado del cristianismo y de la filosofía medieval hasta el siglo XIII. Es considerado santo, obispo, doctor de la iglesia católica y creador de las bases filosóficas del cristianismo. En su vida, San Agustín fue un autor muy prolífico, creando una gran cantidad de obras con temas diversos. Es venerado por la iglesia católica, la iglesia ortodoxa, la iglesia protestante y las iglesias orientales, las cuales celebran su día el 28 de agosto de cada año.
San Agustín de Hipona nació el 13 de noviembre del año 354 en Tagaste (actualmente Argelia), una población del norte de África. Su padre, se llamaba Patricio y era de temperamento violento a diferencia de su madre Mónica quién lo bautizó meses antes de que su padre muriera.
La madre de San Agustín, Mónica fue reconocida como Santa Mónica años más tarde. Ella se ocupó de la crianza de Agustín y sus hermanos y hermanas.
Desde pequeño, Agustín fue internado en el catecumenado y fue siempre un buscador de la verdad. En su adolescencia estudió las corrientes filosóficas antes de formar parte del seno de la iglesia.
Entre los años 373 y 382, San Agustín de Hipona siguió varias corrientes filosóficas como el epicureísmo, el maniqueísmo, el escepticismo y el platonismo sin embargo nunca se quedo aferrado a las ideas de éstas, volviendo en 383 nuevamente al cristianismo gracias a las enseñanzas del obispo de San Ambrosio de Milán.
En el año 391, Agustín es ordenado sacerdote y consagrado como obispo de Hipona en el año 395.
En el año 410, la herejía amenaza la iglesia cristiana y San Agustín de Hipona comienza su batalla teológica, combatiendo la herejía maniqueísta, los donatistas y pelagianos. Su producción escrita relacionada con la filosofía griega clásica, el cristianismo y otros temas fue muy abundante generando teorías agustinianas que formaron parte de la teología católica y protestante del cristianismo.
Agustín muere el 28 de agosto en el año 430 en Hipona en manos de los vándalos de Genserico, quienes sometieron la ciudad de Hipona, la cual pertenecía a la provincia romana de África.
Años más tarde, el cuerpo de Agustín fue enviado a Cerdeña y posteriormente a Pavia, Italia, en el año 725 a la basílica de San Pietro in Cield’Oro donde permanece actualmente.
El pensamiento filosófico de San Agustín de Hipona está influenciado por la filosofía Platónica, la cual tiene mucha presencia en su filosofía cristiana.
Según San Agustín, el hombre tiende a la felicidad por naturaleza y solo puede conseguirla a través de Dios, para ser feliz necesita de la razón y la fe, así como de su inteligencia y su voluntad.
El hombre para San Agustín está compuesto por el cuerpo y el alma. El cuerpo está formado por los cuatro elementos y el alma está dotada de la memoria, el apetito y las facultades cognoscitivas. Asimismo, el hombre juega un papel importante en la historia creada por Dios en la cual se da una lucha constante entre la ciudad terrenal, generada del amor egoísta y la ciudad eterna fundada con la caridad cristiana. Según San Agustín, esta lucha la ganará al final la ciudad de Dios.
Las obras de San Agustín fueron de gran importancia en toda la Edad Media y en la Era Moderna, sobre todo en las áreas filosóficas y las teológicas.
En la actualidad se estudian y discuten a profundidad las obras de San Agustín en muchas escuelas de filosofía y teología del mundo por su riqueza en contenido y su forma de comprender y explicar el hombre, Dios y la naturaleza de muchas cosas.
Una de las obras más significativas de San Agustín de Hipona lleva por nombre “Confesiones”, la cual está conformada por una serie de trece libros autobiográficos del Santo, escrito entre los años 397 y 398.
La ética de San Agustín de Hipona es religiosa porque está centrada en Dios y la Felicidad que produce encontrarse con él. También se le describe como una ética de amor porque éste es la voluntad que lleva el hombre a Dios y es solo el amor quien libera al hombre y lo acerca al creador.
San Agustín considera que la mala moral es del distanciamiento de Dios y hace que el hombre se aparte del bien haciendo malas obras.
Al igual que otros Padres de la Iglesia, San Agustín cree que la ética social debe castigar las injusticias de las riquezas y promover la solidaridad con los desfavorecidos.
San Agustín fue un personaje de obras numerosas y admirables. Entre los principales escritos de este insigne doctor de la iglesia, se pueden mencionar los siguientes:
De las muchas frases célebres citadas por San Agustín de Hipona, se pueden mencionar las siguientes.
Sancler, Valentina. (2018). San Agustín de Hipona. Recuperado el 25 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/san-agustin-hipona/