Los Santos dentro de la religión católica son considerados por muchos como un regalo que viene de Dios. Algunos de ellos tienen un significado muy especial pues por sus obras y por su vida de sacrificios y entregas han logrado vencer la tentación. Son considerados como soldados de Dios que luchan con las armas del amor, la fe y la palabra del Señor. Uno de estos Santos es San Expedito, un modelo de fuerza y de compromiso hacia el amor de Dios.
San Expedito es uno de los Santos de la religión católica considerado como un mártir que, aunque no está dentro del martiriólogo del Vaticano, es muy querido dentro de la comunidad católica por su protección a las causes urgentes.
Los datos que existen registrados sobre la vida de San Expedito fueron recopilados gracias a varios Jesuitas quienes eran conocidos con el nombre de Bolandistas. No se conoce a la fecha su lugar de nacimiento pero muchos consideran que pudo haber sido en la ciudad de Metilene y otros consideran que fue en Roma. Era además contemporáneo de Santa Filomena y de San Jorge y además, fue parte de la milicia del Imperio Romano y era el jefe de una de las Legiones Romanas ubicadas en su lugar de nacimiento. Estuvo por muchos años comprometido con la defensa del Imperio y de las leyes del mismo.
Cuenta la historia que durante una batalla que iban perdiendo, los soldados levantaron sus manos para pedir ayuda de Dios, clamando por un milagro pues ya no tenían fuerzas. El cielo se oscureció y fuertes ráfagas de viento se presentaron en el lugar provocando una enorme tempestad, los soldados entonces pudieron atacar, recuperar fuerzas y ganar la batalla. Para ellos esto fue un milagro y por esta razón Expedito decidió reconocer que Dios les había ayudado y se convirtió al cristianismo, sabiendo de antemano todo lo que le esperaría en su vida personal y militar.
Al poco tiempo de haber convertido su vida al cristianismo y de convertirse en un mártir por la fe, San Expedito fue perseguido, herido y finalmente decapitado junto a otros soldados que también se habían convertido a la religión cristiana. Esto sucedió en la ciudad de Metilene en el año 303 a.C. La orden fue dada por el Emperador Diocleciano.
Fueron y han sido muchos los milagros de San Expedito que se cuentan en los países del mundo que practican la religión católica. Uno de ellos relata que una mujer embarazada a quien los médicos le habían dicho, luego de muchos tratamientos, que nunca podría tener hijos. Ella se mantuvo fiel rezando la oración a San Expedido por un mes y pocos días después logró quedar embarazada. También se cuenta la historia de una mujer que estaba desesperada por encontrar a su familia la cual tenía ya varios días desaparecida, ante esta situación, ella tenía una imagen del Santo que su madre le había dado. Ella realizó oraciones a San Expedito y pocos días después pudo encontrar a su familia.
La canonización de San Expedito tuvo lugar en el año 1671 por un mandado dado por el Papa Clemente X luego de que su vida, sus acciones y todos sus favores fueran comprobados. En la actualidad muchas iglesias católicas cuentan con imágenes del santo y además le rinden culto.
San Expedito según su historia, es un Santo que se encarga de ayudar a las personas cuando atraviesan situaciones difíciles y por eso es considerado como el patrono de los casos urgentes, de aquellas situaciones en las que si se da una demora o retraso podría llegar a darse un prejuicio muy grande. También es considerado como el patrono de los estudiantes, de los jóvenes, como un mediador de juicios, para la salud de los enfermos, como patrono de la protección para la familia cuando problemas y además, de los negocios y trabajos.
Hasta la fecha no se ha registrado ninguna obra, aparte de sus milagros.
No se tienen en registro frases que hayan sido dichas por el Santo.
El día en el que se celebra a San Expedito en la iglesia católica es el 19 de abril de cada año, un día especial para sus seguidores quienes recuerdan todo el martirio que vivió el Santo protegiendo a los militares y aquellos que necesitan de algún tipo de ayuda urgente.
La oración principal que realizan los fieles y seguidores de San Expedito dice de la siguiente manera:
Soberano San Expedito,
El socorrista por excelencia de las causas justas y urgentes,
Intercede en mi nombre frente al Dios padre todopoderoso,
para que me auxilie en estos momentos de desesperación
y angustia solemne.
Soberano San Expedito,
tú que eres el guerrero santo, el fiel servidor de Dios.
Tú que eres el Santo de los afligidos,
El Santo de los casos urgentes;
dame de tu protección, auxíliame,
dame de tus virtudes y fortaléceme con
coraje, valentía, calma, serenidad y fuerza.
Atiende mi suplica
(Realiza tu petición con fe).
Soberano San Expedito,
ayúdame a superar estas complejas situaciones.
Cuídame de toda amenaza, de todo riesgo,
de personas y espíritus que busquen dañarme,
cuida a mi familia, amigos y hermanos.
Atiende mi suplica rápidamente.
Trae a mi ser y mi casa nuevamente la paz,
que un día nos dio tranquilidad para vivir.
¡Soberano San Expedito!
Te doy gracias perpetuamente, siempre te alabaré
y divulgaré tu nombre entre todos los que anhelan alguien como tú,
un santo que escuche y atienda con apremio.
Amén.
San Expedito es un Santo de mucha importancia para la mayoría de los creyentes católicos pues, además de brindarles ayuda en momentos o situaciones difíciles que deben de ser solucionadas con carácter urgente, también hace que la fe y la devoción aumente, siendo un modelo a seguir para muchos de los fieles que creen fielmente en él.
Briceño V., Gabriela. (2020). San Expedito. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/san-expedito/