Uno de los santos más importantes en la iglesia católica es San Luis Gonzaga, considerado además como el patrono de todos los jóvenes cristianos. Fue un aristócrata de origen italiano que participó desde muy joven en la Compañía de Jesús y que dedicó toda su corta vida a la religión, a Dios y a ayudar a los más necesitados.
San Luis Gonzaga fue un hombre religioso descendiente de la nobleza que renunció al principado que le correspondía para poder ingresar a la Compañía de Jesús y que murió poco tiempo después debido a una enfermedad que contrajo en una epidemia mientras ayudaba a los enfermos.
San Luis Gonzaga nació el día 9 de marzo del año 1568 en Lombardía, específicamente en el castillo de Castiglione delle Stivieri. Su padre, el marqués Ferrante de Chatillon de Stiviéres y su madre, Marta Tana Santena quien era conocida como doña Norta, una dama de honor que servía a la reina de la corte de Felipe II, pudo llevarlo a bautizar y lo consagró a la Santa Virgen.
Su padre, deseaba que San Luis Gonzaga fuera un soldado y por eso, desde muy pequeño, intentó inculcarle la labor. Fue rodeado de soldados que logró aprender la valentía y el sacrificio por sus ideales. Desde niño, empezó a orar a Dios y a seguir muchos rituales de la iglesia católica. Su padre lo llevó a Florencia, una ciudad de Italia, con el objetivo de que aprendiera latín e italiano, sin embargo, él quería seguir los pasos de la santidad.
Cuando cumplió 15 años, sintió su verdadera vocación jesuita y tuvo que enfrentar a su padre al tomar esta decisión, pues éste se oponía rotundamente. Tras una larga lucha contra su padre, varios años después logra hacer que su progenitor firmara el documento donde se le permitía renunciar a su marquesado para que tomara posesión de el su hermano. Posteriormente, decide irse a Roma.
En el año 1583, decide unirse a la Compañía de Jesús y consagrar su vida a la iglesia. Se formó en el noviciado y llevó estudios jesuitas y tiempo después, a pesar de que enfermó, logra empezar sus estudios teológicos. Luego de enfermar se trasladó a Roma en dónde continuó con sus estudios. Cuando cumplió los 22 años, la peste inundó la ciudad en que vivía por lo que decidió prestar su ayuda a los enfermos. La fecha exacta de su muerte no se conoce pues existe un debate entre los días 20 y 21 de junio del año 1591, cuando tenía 23 años de edad. Sus restos se localizan en Roma, específicamente en la iglesia de San Ignacio.
La mayor parte de los expertos católicos en historia refieren que fueron muchos sus milagros y que esta fue la razón por la que fue beatificado, sin embargo, no se encuentran registros exactos de éstos.
Para San Luis Gonzaga lo más importante era poder servir al prójimo, especialmente a aquellos que se encontraban enfermos. La piedad y la compasión siempre formaron parte de su pensamiento desde niño. Sus votos de pobreza, de castidad y de obediencia con Dios muestran su forma de pensar y de actuar.
Entre sus principales aportes se puede mencionar las enseñanzas que dejó a la juventud pues les dio las pautas para poder salir del pecado y vivir una vida plena para Dios. Su amor por el prójimo ha pasado de generación en generación haciendo que muchas personas dediquen su vida a ayudar a quienes más lo necesitan y a las personas enfermas.
La fecha de su canonización se dio el día 31 de diciembre del año 1726 y fue realizada por el papa Benedicto XIII. Años antes a este acontecimiento, había sido beatificado un 19 de octubre del año 1605 gracias al papa Pablo V.
San Luis Gonzaga es considerado como el patrono de la juventud católica y recibió este título en el año 1729 por el Papa Pío XI.
San Luis Gonzaga realizó varios escritos de importancia para la iglesia católica, entre ellos se mencionan:
Entre sus frases más reconocidas se mencionan las siguientes:
La fiesta de este santo se celebra todos los 21 de junio, fecha en la que murió.
Existen varias oraciones que realizan los creyentes católicos en honor a San Luis Gonzaga, principalmente para pedir aquello que necesitan con urgencia. La principal oración dice lo siguiente:
Dios Todopoderoso,
que infundiste en San Luis Gonzaga
un espíritu de servicio y entrega al prójimo por Ti
te pido por su intercesión que me concedas fortaleza para no desfallecer,
y paciencia para no desesperar en este momento de desconsuelo,
ayúdame, te lo suplico a aliviar mis sufrimientos,
ayúdame a obtener lo que tanto necesito:
(hacer la petición con mucha fe y esperanza).
También te pido,
que pueda imitar el espíritu de sacrificio de San Luis Gonzaga,
así como el deseo de vivir con pureza interior cada día de mi existencia.
Te lo pedimos a Ti, que siendo Dios,
vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Su principal importancia radica en todas las enseñanzas que dejó principalmente para la juventud, para que ellos pudieran seguir sus pasos de santidad, siguiendo firmes en el camino hacia Dios. Muchas escuelas y colegios llevan en la actualidad su nombre, y sus pensamientos son enseñados para que de esta manera, la juventud pueda vivir una vida más entregada a la religión.
Briceño V., Gabriela. (2020). San Luis Gonzaga. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/san-luis-gonzaga/