Santa Clara de Asís fue la encargada de fundar la orden de las religiosas franciscanas mejor conocidas como Clarisas, una orden que se caracterizó por ser monástica y por seguir la tradición franciscana. Una Santa de origen italiano que fue de las primeras mujeres que siguieron a San Francisco de Asís.
Santa Clara de Asís fue una mujer abnegada y entregada por completo a la vida espiritual. Discípula de San Francisco de Asís que decidió consagrar su vida completa a la pobreza y al servicio a Dios.
Santa Clara de Asís nació en Asís, una ciudad de Italia en el año 1193 o 1194. Su padre se llamó Favorino Sciffi quien era el conde de Sasso Rosso y su madre Ortolana. Su padre poseía mucha riqueza y provenían de una familia romana importante. Su madre era parte de la familia Fiumi, y era muy devota de Dios. Desde muy pequeña empezó a sentir interés y a dedicarse por completo a la oración. Al cumplir los 18 años de edad, motivada por San Francisco de Asís, decide abandonar su hogar y dirigirse a la capilla de la Porciúncula para poder tomar los hábitos y prometer obediencia.
Fue enviada al monasterio benedictino de San Pablo de las Abadesas. En este lugar tuvo que enfrentar a sus familiares quienes se oponían a que ella ingresara. Unos días después, San Francisco le dio la oportunidad de trasladarse a un lugar más seguro y por esta razón, se movilizó hacia el convento de Sant ´Angelo in Panzo, sitio en donde se le unió su hermana Inés poco tiempo después. Luego fue llevada a vivir a una casa pobre y sencilla en donde también se unieron las Damas Pobres, un pequeño grupo de mujeres que se conocía también con el nombre de las Clarisas.
Se desempeñó también como la madre superiora del convento de las monjas de San Damián. Su vida siempre estuvo llena de obras de caridad. Murió en el año 1253 y sus restos descansan en la cripta de la iglesia que había sido dedicada a ella.
Cuenta la historia que un día los soldados mahometanos invadieron el convento con fines destructivos. Santa Clara de Asís junto a las demás monjas fueron a orar y ella tomó la hostia sagrada para enfrentarse a los agresores. En ese preciso momento, los soldados sintieron gran temor y tuvieron que huir del lugar. En otra ocasión, los enemigos intentaban destruir la ciudad de Asís por lo que Santa Clara tuvo que orar con fe al Santísimo Sacramento logrando que los que estaban realizando el ataque se retiraran sin siquiera saber el porqué.
Su canonización tuvo lugar en el año 1255 un día 15 de agosto por el Papa Alejandro IV.
Santa Clara de Asís es considerada como la patrona de la televisión y de todas las comunicaciones. Esto porque en los años 50 la televisión se convertía cada día más en la forma de comunicación más importante dentro de la sociedad. Por esta razón, el Papa Pío XII ofreció la bendición y la protección del medio poniéndola a ella como su Santa. En el año 1958 se publicó en la Carta Apostólica la proclamación de Santa Clara de Asís como la patrona de la televisión con el objetivo de brindar protección espiritual ante el mal.
Santa Clara de Asís escribió una obra conocida con el nombre de “Forma de vida” en la cual insistía en la pobreza. Esta obra fue la base para la creación de reglas que fueron adoptadas tiempo después por las religiosas de la regla franciscana. Fue la primer mujer en escribir una regla escrita dentro de la historia de la iglesia la cual tuvo que ser sometida a la aprobación del Papa. También escribió varias cartas dirigidas a las abadesas de varios sitios en Europa para de esta manera debilitar los intentos de los Papas por imponer reglas sobre su orden.
Entre sus principales frases mencionamos las siguientes:
El día que se celebra y conmemora a Santa Clara de Asís es todos los 11 de agosto.
La oración para realizar a Santa Clara de Asís es la siguiente:
Gloriosísima virgen
y dignísima madre santa Clara de Asís,
espejo clarísimo de santidad y pureza,
base firme de la más viva fe,
llamarada de perfecta claridad
y erario riquísimo de todas las virtudes.
Por todos estos favores con que
el Divino Esposo os colmó,
y por la especial prerrogativa
de haber hecho a vuestra alma
trono de su infinita grandeza,
alcánzanos de tu inmensa piedad,
que limpie nuestras almas
de las manchas y de las culpas,
y, destituidas de todo efecto terreno,
sean templo digno de su morada.
También te suplicamos por la paz
y tranquilidad de la Iglesia,
para que se conserve siempre en la unidad de fe,
de la santidad y de las costumbres,
que la hacen incontrastable
a los esfuerzos de sus enemigos.
Y si fuese para mayor gloria de Dios
y bien espiritual mío
concededme, os ruego
cuanto pido en esta oración,
y el favor especial que tanto necesito:
(hacer la petición).
Apiadaros de mí y conseguidme
rápida y favorable solución
a esta urgente y apremiante solicitud,
que agobia y entristece mi corazón.
Vos, como Madre y protectora,
no me abandonéis en este difícil trance,
presentad mis deseos ante el Trono de Dios,
pues yo confío en la bondad infinita,
que por vuestros méritos alcanzaré,
para mayor honra y gloria
de Nuestro Señor,
que vive y reina por los siglos de los siglos,
Amén.
Su principal importancia radica en todas las enseñanzas que dejó como legado sobre el amor a Dios y la entrega y el compromiso a su causa. La fe que ella profesaba ha servido de ejemplo para muchas personas dentro de la religión católica y sus milagros aún se mantienen vivos.
Briceño V., Gabriela. (2020). Santa Clara de Asís. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/santa-clara-de-asis/