Las paradojas son una serie de hechos o de frases que en apariencia se oponen a todos los principios que forman parte de la lógica. Pueden ser un hecho que da la impresión de oponerse a la verdad o en ocasiones que contradice al sentido común. Son además un excelente estímulo que invita al individuo a reflexionar y a desarrollar todas sus capacidades de análisis para intentar entender ideas abstractas. Una de las paradojas más importantes y reconocidas que han sido mencionadas dice “solo sé que no sé nada” una frase que fue mencionada por uno de los hombres más importantes que han existido en el mundo, Sócrates.
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Esta frase expresa que una persona es consciente de su propia ignorancia en la cual se refleja además, que toda la sabiduría proviene del momento en el que se reconoce la misma y que además no existe una verdad absoluta.
La frase sólo sé que no sé nada fue mencionada por uno de los filósofos griegos más importantes, Sócrates. A pesar de que esta frase ha sido asignada a este filósofo no se ha logrado encontrar de forma escrita y literal en ninguno de sus textos. En la obra conocida con el nombre de Apología de Sócrates, Platón se encarga de exponer una versión sobre el discurso que había sido pronunciado por el filósofo mientras era juzgado en un juicio antes de su muerte y refiere que Sócrates, por una parte creía saber algo mientras que no sabía nada y de aquí es de donde se deduce que la frase fue mencionada por Sócrates
El origen de esta famosa frase mencionada por Sócrates en la cual expresa la particularidad de sus enseñanzas y en la cual no se hace ver como el portador del saber máximo tuvo un origen muy singular. De acuerdo con los escritos de Platón, cuando Sócrates era juzgado en un juicio acusado por corromper a los jóvenes y a la sociedad, Querefón, quién era amigo del filósofo, decidió dirigirse hacia el oráculo de Delfos formuló una pregunta interrogando si había algún hombre más inteligente que Sócrates y como respuesta, las adivinas le dijeron que nadie era más sabio que él.
Cuando Sócrates escucha el mensaje queda sorprendido y decide consultar con varias personas a quien consideraba inteligentes. Todas estas personas pensaban que lo sabían todo y es el momento en el que el filósofo se da cuenta que este aspecto era lo que lo hacía diferente a los demás porque el reconocimiento de su propia ignorancia lo convertía en un hombre más sabio. Entonces decide confirmar que el oráculo tenía razón diciendo “sí yo soy el más sabio es porque no creo saber lo que no sé”.
Muchos estudiosos aseguran que la frase completa decía lo siguiente: “Soy más sabio que este hombre, porque, me inclino a pensar que ninguno de los dos sabemos nada ni de bueno ni de bello, pero él cree saber sin saber, por otro lado yo, como no sé nada, nada me creo saber. Pues parece que soy más sabio que él en esto: en no creer en saber lo que no sé”.
Sin embargo, se han aceptado otras formas de la frase, por ejemplo, “sólo sé que no sé nada y, al saber que nada sé, algo sé” y “sólo sé que no sé nada, y esto cabalmente me diferencia de otros filósofos quienes creen saberlo todo”.
Esta frase por lo general se encuentra sujeta a diferentes significados, algunos de ellos apuntan a que la verdad absoluta no existe en realidad y otras indican la posibilidad de constatar los límites del conocimiento que se pueden llegar a tener sobre las cosas, incluso se ha dicho que fue una frase para crear una división entre los sabios y los ignorantes.
Uno de sus significados indica la posibilidad de que Sócrates intentará dar a conocer que su sabiduría no estaba basada en los conocimientos sobre cosas sino que más bien declaraba su ignorancia sobre los saberes y con ello se hacía ver como alguien que tenía la voluntad de aprender cada día más. También propone la idea de que el individuo no tiene la capacidad de poseer una verdad absoluta y que por esta razón es importante que tenga disponibilidad y voluntad para aprender cosas nuevas.
Es importante recordar que para Sócrates no existía una verdad absoluta y que para él era importante y fundamental poner todo en duda. Entonces, se dice que lo que Sócrates realmente buscaba con su frase era hacer que los interlocutores dudarán sobre sus conocimientos y sobre ellos mismos para que de esa manera lograrán entender que ninguna persona posee la verdad absoluta sobre ningún tema.
La frase también puede entenderse como una afirmación que indica que la verdadera sabiduría se encuentra en el reconocimiento de los límites que puede tener el conocimiento y que por esa razón se debe de estar siempre dispuesto a aprender de forma constante evitando aparentar como si se conociera todo cuando en realidad todo se ignora. Fue un medio por el cual el filósofo reconoció que no era un experto y que además existían una serie de límites en el saber.
También, da entender que existe una línea divisoria entre las personas que se consideran sabios y aquellos que se consideran ignorantes. Los ignorantes son los que creen saberlo todo, los que piensan que siempre tienen la razón y que no tienen un sentido verdadero sobre su verdadera y propia ignorancia. La personas sabias en cambio, entienden y reconocen que existen muchas cosas que deben aprender tanto de otras personas como del mismo ambiente y que si en realidad desean mejorar y ampliar los conocimientos deberán de abrirse a nuevas perspectivas.
Briceño V., Gabriela. (2021). Solo sé que no sé nada. Recuperado el 22 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/solo-se-que-no-se-nada/