Son muchas las civilizaciones antiguas que han habitado alrededor del mundo y la historia. Algunas de ellas han logrado permanecer con el paso del tiempo y otras, han desaparecido por completo. Una de estas civilizaciones que se han disuelto con los años es la cultura de los Tartessos, de la cual, únicamente existen pocos datos y menciones en varios libros antiguos, una sociedad que fue muy próspera pero que desapareció sin dejar rastro alguno.
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Los Tartessos fueron un pueblo quienes eran considerados como la primera civilización que existió en el Occidente y que logró desarrollarse en un triángulo formado por las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva, ubicados en la parte suroeste de la península ibérica.
Dar una definición exacta de los Tartessos es un poco confuso y complicado pues aún no se han encontrado vestigios de urbes que respondan a este nombre aunque sí se han encontrado pueblos con sus características. Fue una civilización que logró extender por todo el sudoeste de la península ibérica habitando principalmente Cádiz, Sevilla y Huelva. Tartessos era entonces un reino que controlaba una gran parte de un territorio, un pueblo desarrollado que se basaba en una serie de leyes antiguas y escrituras.
Algunas de las principales características de los Tartessos se mencionan a continuación:
Los orígenes de esta sociedad de acuerdo a las descripciones de varios autores se encuentra en el siglo VIII a.C. Se cree que surgió gracias a diferentes contactos coloniales que poco a poco fueron cambiando la estructura social y política de esta cultura hasta convertirla en una organización más compleja.
Algunos autores mencionan que le origen de esta cultura provino de la evolución de varios pueblos que provenían de le Edad del Bronce y que lograron relacionarse con muchas factorías fenicias que estaban situados en la parte del litoral.
La historia de los Tartessos inicia en el periodo de Bronce Tardío, un momento en el cual se dio la aparición de muchos asentamientos estables en los cuales se practicaba la jerarquización de la sociedad. De hecho, los primeros pueblos tartésicos de los cuales se tienen datos provienen de este periodo. Alrededor del año 800 a.C. se empezaron a presentar los primeros influjos de la cultura en Andalucía oriental y en la Edad del Hierro, se presentó un importante apogeo social y cultural en muchos de sus poblados.
Los Tartessos pasaron en su historia por una etapa tardía la cual se caracterizó por el gobierno de un monarca y en el año 600 a.C., los poblados empezaron a establecer diferentes colonias a lo largo de Andalucía. Para finales del siglo VII a.C. la cultura empezó a decaer principalmente debido al debilitamiento de las murallas de Tejada, las actividades comerciales y las importaciones empezaron a disminuir y esto provocó el declive de la sociedad.
En cuanto a la cultura, fueron influenciados por la cultura oriental aunque también fueron muy originales. Para ellos, la orfebrería era de suma importancia dentro de su cultura. Poseían un alfabeto muy similar al que utilizaban los ibéricos y se dedicaron en gran parte a la agricultura y a la explotación minera. Su cultura se dividía en dos fases, una llamada geométrica, la cual se relaciona con la etapa de bronce final y una fase llamada orientalizante, momento en el que la cultura tartésica se llenó de diferentes elementos orientales que provenían de los fenicios y los griegos.
El tipo de gobierno que tenían los Tartessos se basaba en la monarquía la cual tenía una sede en un lugar determinado o capital y de este lugar, podían ejercer el control sobre el resto de los territorios. En cuanto a su organización política, ésta era mejor y superior a la que existía en otros pueblos ibéricos, para ellos, era de suma importancia el Estado Territorial. Contaban con una ciudad en el centro que era vista como la capital y en ella habitaba el monarca.
La sociedad se encontraba dividida en varias clases o castas como también eran llamadas, además, tenían un tipo de clase conocida como mercantil en la cual se encontraban los terratenientes, las clases intermedias y por último, se encontraban los esclavos.
En el campo de la economía, esta cultura tuvo un gran esplendor económico y cultural principalmente en los recursos naturales, la agricultura, pesca, minería y ganadería. También se enfocaban en las relaciones comerciales con otros pueblos principalmente del Mediterráneo. Su poderío económico también estaba fundamentado en los metales, el oro, el estaño, plata y bronce, de hecho, esta cultura fue considerada como el principal proveedor del Mediterráneo.
Tuvieron socios comerciales de mucha importancia como por ejemplo los fenicios. Establecieron factorías comerciales en sus costas y el comercio fue también parte importante de la vida diaria. Sus tierras eran también muy ricas en recursos marinos y terrestres lo que les daba mucha solvencia económica.
Algunos símbolos de los Tartessos eran los siguientes:
Con respecto a su religión se tienen muy pocos datos aunque se afirma que eran politeístas. Muchos expertos han mencionado que la parte religiosa se dio gracias a la aculturación de los fenicios y que además tenían un dios masculino a quien rendían tributo.
A pesar de que no se tienen nombres específicos de sus dioses se sabe que éste fue uno de los elementos más importantes y al mismo tiempo enigmáticos de esta civilización y expertos consideran que estaban relacionados con sus mitos y su espiritualidad. Por esta razón, la naturaleza de sus dioses únicamente puede ser entendida como un resultado ante un proceso de sincretismo religioso, una mezcla de elementos fenicios e iberos que influenciaron en la forma de pensar de sus pobladores.
En España, los Tartessos lograron ubicar en varios sitios de importancia, los cuales eran considerados como territorios óptimos y fértiles en cuanto a minería pues para ellos era importante lograr el desarrollo metalúrgico. Principalmente en las ciudades de Cádiz y Sevilla, las Tartessos lograron establecerse y colocar sus puntos de control.
Aunque estos dos lugares no forman parte de un mismo contexto, forman parte de una misma historia unidos principalmente por los mitos, específicamente el de Platón quien utilizó la geografía y la cultura de los Tartessos para poder describir una ciudad sumergida.
Fue una civilización importante porque son considerados como los primeros pobladores hispánicos que lograron establecer una relación con muchos de los pueblos que se encontraban ubicados en el Mediterráneo oriental y gracias a ellos, lograron establecer importantes conexiones mercantiles.
Son muchos los objetos que fueron encontrados relacionados con esta cultura y que forman parte de su legado, desde vasijas, monedas, cinturones hasta estelas funerarias. Gracias a ellos, la mayor parte de los pueblos peninsulares lograron desarrollar la primera escritura, mejoraron la agricultura y se fundaron los primeros centros urbanos.
Briceño V., Gabriela. (2021). Tartessos. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/tartessos/