La teoría heliocéntrica, también denominada como sistema heliocéntrico, modelo heliocéntrico o modelo planetario heliocéntrico, es un modelo cosmológico que modifica la ancestral visión propuesta por Claudio Ptolomeo en la que la Tierra era el centro del universo. En esta teoría es el Sol el que pasa a ocupar dicho lugar y es la Tierra junto a los demás planetas los que giran a su alrededor. Pese a que esta teoría fue ampliamente aceptada en el siglo XVI, gracias a los estudios realizados por Nicolás Copérnico, lo cierto es que en el siglo V a.C., filosofos griegos como Philolaus, Hicetas o más tarde Aristarco de Samos ya habían teorizado sobre ella.
Temas relacionados
Teoría cosmológica formulada por Nicolás Copérnico en la que son los planetas, incluida la Tierra, los que giran alrededor del Sol, siendo este último el que se encuentra en el mismo centro del universo. Este modelo consideraba que el resto de estrellas del firmamento se encontraban fijas en una esfera exterior.
Modelo cosmológico que sitúa al Sol en el centro del sistema solar y a su vez del universo, y son los planetas los que orbitan alrededor del mismo estando el resto de estrellas fijas en una esfera más externa.
La teoría heliocéntrica de Copérnico es una teoría que trata de dar explicación al movimiento de los planetas situando al Sol en el centro del universo y haciendo que los planetas giren a su alrededor.
Partiendo de la antigua teoría geocéntrica y valiéndose de cálculos matemáticos, propone una teoría que resuelve los problemas que tenía el antiguo modelo ptolemaico. Esta solución, que en apariencia era sencilla, tardo 14 siglos en llegar pues contradecía los preceptos religiosos.
La teoría heliocéntrica de Nicolás Copérnico se fundamenta en las siguientes hipótesis:
Esta teoría de Nicolás Copérnico también distingue cuatro movimientos, que son los siguientes:
Por último, en esta teoría también se sitúan los planetas del sistema solar correctamente en función de su lejanía al sol. Corregía así al antiguo orden establecido por Ptolomeo.
Los fundamentos de la teoría heliocéntrica de Copérnico, fueron ampliados y mejorados gracias a Johannes Kepler y sus leyes que introdujo las siguientes modificaciones:
Si algo trata de lograr Nicolás Copérnico con esta teoría es la de dar una respuesta válida que explique el movimiento de los planetas pues estos tenían movimientos que no eran correctamente explicados en el modelo anterior.
Para dar respuesta a esto ideó un universo cuyo centro era ocupado por el Sol. Los planetas que se movían a una velocidad uniforme y constante, giraban a su alrededor. Y en cuanto a las estrellas, estas eran situadas en posiciones estáticas sin ningún movimiento aparente.
Con este modelo, detalló los cuatro movimientos en los que se veía envuelta la Tierra. Estos eran el ciclo día-noche, que explicaba por la propia rotación del planeta sobre su mismo eje, el ciclo lunar ocasionado por la rotación de la luna entorno a la Tierra, el ciclo anual que para él es el que realiza la Tierra alrededor del Sol y no al revés, y la retrogradación de los planetas que es ocasionado por el propio movimiento de la Tierra.
Pese a ello, este modelo no explicaba mucho mejor lo que ya hacía Ptolomeo y fue Johannes Kepler quien dio con la solución. Este explicó el movimiento de los planetas de una manera muy similar a Copérnico pero incluyo dos variantes definitivas, la órbita de los planetas era elíptica y no circular, y los planetas aumentaban su velocidad al acercarse al Sol y la disminuían al alejarse de este.
A continuación vamos a presentar las características más importantes que presenta el modelo heliocéntrico propuesto por Nicolás Copérnico, estas son:
Pese a que Copérnico hizo publico su modelo en el año 1543, antes ya se había teorizado ámpliamente sobre la posibilidad de que la Tierra no ocupara el centro del universo y que éste fuese ocupado por el Sol u otro elemento.
En el siglo IV a.C., Filolao fue el primero en proponer un modelo astronómico en el que la Tierra no estaba en su centro.
No fue hasta el siglo III cuando Aristarco de Samos propuso un modelo en que el Sol ocupaba por primera el lugar central del universo. Este, además, contó con el apoyo de sabios de la época como fue Arquímedes, quien utilizo este modelo como referencia para desarrollar su obra «El contador de arena», en la cual trato de medir el tamaño del universo.
Lamentablemente, en el siglo II, Claudio Ptolomeo propuso su teoría geocéntrica la cual fue aceptada rápidamente a ser una teoría afín a las creencias de la época. Pese a ello, astrónomos como Seleuco de Selucia defendieron la teoría de Aristarco, para ello no solo consiguió determinar las constantes del modelo, si no que también logro determinar las posiciones planetarias.
No fue hasta bien entrada la Edad Media cuando varios astrónomos como Nicolás Oresme volvieron a preguntarse la veracidad de la teoría geocéntrica. Este en concreto, publicó su obra «Livre du ciel et du monde» en la que consideró que sería más factible que fuese la Tierra la que se movía en lugar de que fueran los cuerpos celestes.
Llegamos así a Nicolás Copérnico, quién en el siglo XVI y apoyándose en las matemáticas para demostrar la validez de la misma, dió a conocer su teoría heliocéntrica. Esta causo un gran revuelo y rápidamente surgieron detractores, sobre todo en el seno de la Iglesia que trataron de evitar que la misma fuese aceptada acusando de herejes a sus defensores.
Finalmente en el siglo XVII ocurrieron dos hechos que conllevarían a la aceptación de esta teoría. Por una parte Johannes Kepler publicó sus famosas leyes en la que introdujo ciertos cambios, como que la órbita era elíptica y no circular, que darían la forma definitiva a la teoría heliocéntrica. Por otra parte, Galileo Galilei, valiéndose de su famoso telescopio, consiguió demostrar la veracidad de la misma.
Aunque la actual teoría heliocéntrica fue formulada por Nicolás Copérnico, lo cierto es que es una teoría a la que han contribuidos distintas personalidades, veamos quienes son y que labor tuvieron en el desarrollo de esta teoría:
En el siglo IV, este filosofo griego pitagórico no propuso un modelo en el que el centro del universo fuese el Sol, pero si que eliminó a la Tierra de su centro al proponer un modelo en el que todos los planetas y el Sol giraban alrededor de un fuego central.
Durante el siglo III a.C. el astrónomo griego Aristarco de Samos propuso la primera teoría heliocéntrica de la que se tiene constancia. En ella tanto las estrellas como el Sol se encontraban en posiciones fijas en el firmamento mientras que los planetas, incluido la Tierra, giraban alrededor del Sol describiendo órbitas circulares.
Lamentablemente la visión del universo de Aristarco de Samos no tuvo repercusión pues el mundo no la aceptó, cosa que si hizo con la teoría geocéntrica.
Es considerado el creador de la teoría heliocéntrica la cual formuló y explicó ámpliamente en su obra póstuma «De revolutionibus orbium coelestium» que fue publicada en 1543. Gracias a esto, y aunque el no lo vió, se puso fin a la visión geocéntrica del universo al conseguir que se comenzase a aceptar que la Tierra no era el centro del mismo.
Es el autor del libro «Astronomia Nova» publicado en 1609. En el que desentraña sus famosas leyes e introduce algunos cambios en la teoría heliocéntrica.
Gracias a las observaciones que realizó con la ayuda de su telescopio, en 1632 publicó su libro «Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo ptolemaico y copernicano» en el que confirmó que la teoría de Nicolás Copérnico era correcta.
La teoría heliocéntrica presentaba un problema evidente que complicó su aceptación inicial y es que este modelo predecía la posición de los planetas de una manera deficiente, incluso peor que el sistema ptolemaico.
En un primer momento la teoría se encontró con la oposición del mundo religioso al contradecir a los textos sagrados. Algunos defensores de la misma fueron declarados herejes lo que ocasionó que fueran perseguidos y juzgados.
Por último, el mundo científico también se mostró reticente y fue muy debatida entre los partidarios de la misma y aquellos que no veían que ventajas podía ofrecer ante la visión geocéntrica del universo. Esto, además, se veía corroborado por la falta de observaciones que validaran la teoría.
La teoría geocéntrica fue formulada por Ptolomeo en el siglo II y sostenía que la Tierra era el centro del universo, entorno a ella se encontraban los planetas y el Sol que giraban sin parar formando una circunferencia a su alrededor. Dicho esto, podemos discernir las siguientes semejanzas y diferencias:
Harlow Shapley desarrolló durante la primera mitad del siglo XX la teoría excéntrica en la que afirmaba que el Sol es el centro de nuestro sistema solar pero no de nuestra galaxia y mucho menos del universo. Este universo es, además, elíptico y se encuentra en expansión. Sabiendo esto vamos a ver que semejanzas y diferencias existen entre ambas teorías:
La teoría heliocéntrica tuvo una gran importancia desde el mismo momento en que fue concebida pues revolucionó la manera en la que el universo era percibido. Esta visión rompió con el modelo que reinaba en la sociedad de entonces y fue recibido como un ataque a la Iglesia católica.
Pero si por algo fue realmente importante es por marcar el comienzo de la revolución científica que permitirían que el humanismo se convirtiera en la ideología predominante en la época.
Por último, pero no por ello menos importante, fue que sirvió para que, primero Johannes Kepler y más tarde Galileo Galilei, establecieran las bases que darían nacimiento a la astronomía moderna.
Expuesta por Nicolás Copérnico en 1543 y mejorada posteriormente por Johannes Kepler, la teoría heliocéntrica, que modificaba el centro del universo para quitar a la Tierra de este y poner al Sol, supuso toda una revolución que chocó de manera frontal con las creencias religiosas y supuso el punto de partida de la revolución científica.
[HDquiz quiz = «874»]
G. Serrano, Martín. (2018). Teoría heliocéntrica. Recuperado el 25 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/teoria-heliocentrica/