El tránsito entre la Edad Media y el Renacimiento fue un proceso no exento de cierto grado de violencia. En su proceder, hubo muchas pérdidas humanas producto de la resistencia a los cambios de la época. Se puede ver al mártir Tomás Moro como uno de los más representativos. He aquí su historia.
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Tomás Moro es un filósofo, jurista, teólogo y mártir inglés que vivió entre 1478 y 1535. Es considerado tanto por la iglesia católica como muchos pensadores de política y leyes como una de las figuras más representativas del pensamiento occidental, sobre todo por su concepción de una sociedad ideal a la cual todos habrían de aspirar a alcanzar.
Nacido en el seno de una familia sencilla de Inglaterra, este personaje vio la luz a partir de 1478. Su padre, sujeto del mismo nombre que nuestro protagonista, fue un jurista muy importante del Alto Tribunal Judicial. Muy probablemente esto influyó en su carrera futura como jurista y abogado, el cual le impulsaría a ocupar cargos muy importantes en su tiempo.
Pasó gran parte de su juventud estudiando y viviendo bajo la herencia que le legó su padre antes de morir. Tomás Moro tuvo un contacto muy cercano con el clero inglés de su tiempo, al igual que con grandes personalidades humanistas. Tal fue el caso, por cierto, de Erasmo de Roterdam, alta figura del Renacimiento europeo.
En su carrera, Tomas Moro se destacó, sobre todo, como abogado de la corona inglesa. Sus servicios como jurista fueron altamente cotizados durante su tiempo. No fue poca la producción literaria que nació de su pluma, destacándose en territorios como la política, las leyes, la cultura y la teología. De una formación ampliamente católica, Moro tomaría de esta las bases para la formación de muchas de sus ideas y en la redacción de uno de sus escritos más importantes: UTOPÍA.
Debido a diferencias con el rey Enrique VIII de Tudor, quien demandó de Moro la aprobación de la carta de divorcio que disolvería su relación con su esposa, al igual que otras políticas poco ortodoxas, Moro sería encarcelado en la Torre de Londres hasta su ejecución.
Muy posiblemente, las circunstancias de su muerte y los testimonios de sus trabajos hechos en vida permitieron a la Iglesia canonizarlo varios siglos después. Moro fue sentenciado a morir por el rey Enrique VIII de Tudor el 1 de Julio de 1535, y ejecutado el séptimo día de ese mismo mes. Se cuenta que su ejecución se debió a la negativa de Moro de colaborar en la aprobación de un documento que aprobaba el divorcio del rey con la reina Catalina de Aragón, al igual que otras reformas como su nombramiento cual jefe de la iglesia de Inglaterra, su ruptura con Roma y la iglesia católica y la confiscación de todos los bienes de la iglesia en Inglaterra.
Este proceso fue, como en muchos otros casos, lento y engorroso. A finales del siglo XIX, siglos después de su muerte, Moro fue beatificado por el papa León XIII, y en 1935, fue formalmente canonizado por Pio XI. A principios del siglo XXI, el papa Juan Pablo II nominó a Tomás Moro como santo patrón de gobernantes. Eso sucede en respuesta de las peticiones de varios presidentes del continente al Vaticano en décadas pasadas, siendo Juan Pablo II quien formalmente llevaría a cabo este proceso.
En síntesis, puede decirse que el pensamiento de Moro siempre tuvo una vertiente orientada a la mejor de las sociedades posibles. Humanista de su tiempo, pensaba que la sociedad ideal era un alcanzable.
Autor de una gran cantidad de obras, Moro elaboraría un cuerpo teórico filosófico desde la perspectiva política y social. En este, se idealizaría una sociedad que no requiriese de grandes ostentaciones, ni de la propiedad privada, con una regularización de gran parte de sus actividades. Moro elaboró un modelo utópico que buscaba su aplicación en pos de resolver los problemas con que Europa venía acarreando desde hacía muchos siglos.
Tomas Moro fue, ante todo, un humanista de su tiempo. Esto se entiende tomando en cuenta que nos encontramos en la Europa del Renacimiento. Los pensadores de su tiempo fueron trasponiendo su atención hacia los derechos humanos y hacia el hombre como medida de todas las cosas. Por ello, es fácil ver que su obra preconice un tono muy idealista y muy cercano a la búsqueda del fin de las tiranías. Sus aportes a este respecto, recolectados en gran parte dentro de una obra escrita en latín y en inglés, han servido a políticos del futuro en el establecimiento de sus propias medidas y acciones.
Considerada la magnum opus de Tomás Moro, en esta expresa una sociedad que no existe, pero que presenta todas las condiciones para ser vista como el mejor de los mundos posibles. Moro había esbozado aquí una isla que contenía unas cincuenta y cuatro ciudades. En estas, por su puesto, se incluía la capital, localizada en su centro. En esta isla, los habitantes no ostentaban grandes riquezas, ni padecían de una pobreza extrema. Tampoco se podía decir que en ellos existiese una situación de necesidad, ya que la propiedad privada perdía el sentido al no existir, tampoco moneda. A día de hoy, muchos de los aspectos descritos por Moro representan alguna forma de dictadura tal como es entendida según estándares actuales. La convivencia y la participación de los ciudadanos estaba regida por un estado teocrático, aunque se respeta la libertad religiosa y se condena las conversiones forzadas. Otras prácticas un tanto cuestionables son allí planteadas, como la esclavitud de los presos y la eutanasia de los gravemente enfermos.
Con Tomas Moro, encontramos el germen de ideas que siglos después eclosionarían en sistemas de gobierno que, de forma bastante insistente, tratarían de llegar a un modelo utópico. Con los años, Utopía es considerada por el común de la gente como aquel mundo ideal al que todos aspiramos a alcanzar. Es, por tanto, un modelo al que no pocas personas intentan llegar por diversos medios. Tal ha sido el caso de los soviéticos, quienes, según la lectura de muchos especialistas, intentaron poner en práctica algunas de las nociones de Moro por medio de su sistema comunista.
Algunas de las frases más destacadas de Tomás Moro fueron:
Calderón, Grecia. (2019). Tomás Moro. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/tomas-moro/