Venus es el segundo planeta que encontramos en nuestro Sistema Solar y es muy similar a la tierra en cuando a tamaño, masa, densidad y volumen. Se formó a partir de la misma nebulosa que la tierra, pero tienen grandes diferencias. Su nombre fue dado en honor a la diosa romana del amor y la belleza, de hecho, es el único planeta que lleva el nombre de una mujer, y fue nombrado así porque brillaba más que los demás planetas conocidos por los antiguos astrónomos. No podemos ver la superficie de Venus desde la Tierra, porque está cubierta de nubes gruesas. Sin embargo, las misiones espaciales a Venus han mostrado que su superficie está cubierta de cráteres, volcanes, montañas y grandes llanuras de lava.
El planeta Venus es el segundo planeta que podemos localizar dentro del Sistema Solar, muy parecido a la tierra en cuanto a tamaño, masa, densidad y volumen y fue creado a partir de una nebulosa al igual que la tierra.
Según historiadores y científicos, Venus se formó hace aproximadamente 4 mil millones de años. Luego de su formación fue golpeado por abundante material sobrante por lo que se recalentó desde su interior y se separó en capas. Luego, el planeta se enfrió de nuevo y la corteza se empezó a poner dura. Esta rigidez de su corteza evitó que se produjera una deriva continental.
Se tienen muy pocos datos con respecto a la geoquímica y la estructura interna de Venus, sin embargo, se sabe que posee un núcleo, un manto y una corteza planetaria. El núcleo de Venus está formado por un núcleo interno y una capa externa. La parte externa está compuesta de hierro y níquel, ambos en estado líquido. Su núcleo interno se compone de los mismos materiales, pero en estado sólido. En su manto, se pueden encontrar silicatos rocosos y óxidos metálicos. Su corteza es muy fina, apenas 20 kilómetros y esta compuesta de grafito y tierra de basalto la cual es muy rica en sílice y ferromagnesiano.
Su atmósfera es muy caliente y densa. Está compuesta principalmente por dióxido de carbono y nubes muy gruesas compuestas de ácido sulfúrico que cubre todo el planeta. La atmósfera se encarga de atrapar la poca cantidad de energía que el sol brinda y que llega a la superficie. Esto es conocido como un tipo de efecto invernadero y produce que la superficie del planeta y la atmósfera de Venus sean los lugares más calientes del sistema solar. La atmósfera está compuesta de nitrógeno, dióxido de carbono, nitrógeno y muy poco monóxido de carbono, argón, dióxido de sulfuro y vapor de agua.
Para que un planeta tenga un campo magnético debe ser formado por un núcleo ferroso líquido debido a los movimientos de rotación que produce cuando se derrite, a pesar de que tiene un núcleo de hierro, el planeta no registra ninguna presencia de un campo de este tipo debido a la lenta capacidad del movimiento de rotación.
La rotación de Venus sucede en sentido contrario al de la tierra, de manera que, en Venus el sol sale por el oeste y se pone al lado este. Un día normal en Venus dura más que un año, esto se debe a que su movimiento de traslación dura 225 días terrestres y el de rotación dura 243. Esto explicado más sencillamente quiere decir, que un día en la tierra dura 24 horas, pero en Venus, un día dura 243 días terrestres.
Hasta la fecha no se ha registrado ningún satélite en Venus.
La temperatura del planeta es extremadamente alta, y es considerado como el más caliente del Sistema Solar, logrando llegar a alcanzar temperaturas de hasta 499° C. Es el segundo planeta más cercano al sol, y tiene la atmósfera más caliente incluso de Mercurio.
Algunas curiosidades de este planeta son:
Briceño V., Gabriela. (2018). Venus. Recuperado el 22 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/venus/